Las entidades
vivientes de este mundo condicionado son Mis partes fragmentarias eternas.
Debido a la vida condicionada, están luchando muy afanosamente con los seis
sentidos, entre los que se incluye la mente.
Comentario de Srila Prabhupada:
En este verso se da
con toda claridad la identidad del ser viviente. La entidad viviente es la
parte integral fragmentaria del Señor Supremo, eternamente. No se debe creer
que ella adopta la individualidad en su vida condicionada, y en su estado
liberado se vuelve uno con el Señor Supremo. Ella es eternamente un fragmento.
Se dice bien claro: sanatanah. Según la versión védica, el Señor Supremo se
manifiesta y se expande en infinidad de expansiones, de las cuales las
expansiones primarias se denominan visnu-tattva, y las expansiones secundarias
se denominan entidades vivientes. En otras palabras, el visnu-tattva es la
expansión personal, y las entidades vivientes son expansiones separadas. Por
medio de Su expansión personal, Él se manifiesta en diversas formas, tales como
el Señor Rama, Nrsimhadeva, Visnumurti y todas las Deidades regentes de los
planetas Vaikunthas. Las expansiones separadas, las entidades vivientes, son
eternamente servidoras. Las expansiones personales de la Suprema Personalidad
de Dios, las identidades individuales de la Divinidad, siempre están presentes.
Así mismo, las expansiones separadas, las entidades vivientes, tienen sus
identidades. Como partes integrales fragmentarias del Señor Supremo, las
entidades vivientes también tienen cualidades fragmentarias, de las cuales la
independencia es una de ellas. Cada entidad viviente, como alma individual que
es, tiene su individualidad personal y una diminuta forma de independencia. Por
el mal uso de esa independencia uno se vuelve un alma condicionada, y con el
debido uso de la independencia uno siempre está liberado. En cualquiera de los
casos, uno es eterno cualitativamente, tal como el Señor Supremo. En su estado
liberado, uno está libre de esta condición material, y se encuentra dedicado al
trascendental servicio del Señor; en su vida condicionada, a uno lo dominan las
modalidades materiales de la naturaleza, y se olvida del amoroso servicio
trascendental del Señor. Como resultado de ello, uno tiene que luchar mucho
para mantener su existencia en el mundo material.
Las entidades
vivientes, no sólo los seres humanos y los perros y los gatos, sino incluso los
grandes controladores del mundo material —Brahma, el Señor Siva, e incluso
Visnu—, son todos partes integrales del Señor Supremo. Todos ellos son eternos,
y no unas manifestaciones temporales. La palabra karsati ("luchando"
o "esforzándose mucho") es muy significativa. El alma condicionada
está atada, como si estuviera engrilletada con cadenas de hierro. Ella está
atada por el ego falso, y la mente es el agente principal que la está llevando
por esta existencia material. Cuando la mente está en el plano de la modalidad
de la bondad, sus actividades son buenas; cuando la mente está en el plano de
la modalidad de la pasión, sus actividades son problemáticas; y cuando la mente
está en el plano de la modalidad de la ignorancia, ella viaja por las especies
de vida inferior. Sin embargo, este verso deja en claro que al alma
condicionada la cubre el cuerpo material, con la mente y los sentidos, y que
cuando ella se libera esa cobertura material perece, pero su cuerpo espiritual
se manifiesta con su capacidad individual. La siguiente información se
encuentra en El Madhyandinayana-sruti: sa va esa brahma-nistha idam sariram
martyam atisrjya brahmabhisampadya brahmana pasyati brahmana srnoti
brahmanaivedam sarvam anubhavati. Se dice aquí que cuando una entidad viviente
abandona este cuerpo material y entra en el mundo espiritual, revive el cuerpo
espiritual, y en su cuerpo espiritual puede ver a la Suprema Personalidad
de Dios frente a frente. Ella puede oírlo y hablarle frente a frente, y puede
entender a la
Personalidad Suprema tal como es Él. El smrti también nos
hace saber que: vasanti yatra purusah sarve vaikuntha-murtayah, en los planetas
espirituales todo el mundo vive en cuerpos que son como el de la Suprema Personalidad
de Dios. En lo que se refiere a la estructura corporal, no hay diferencia entre
las entidades vivientes que son partes integrales y las expansiones de
visnu-murti. En otras palabras, en el momento de la liberación la entidad
viviente recibe un cuerpo espiritual, por la gracia de la Suprema Personalidad
de Dios.
Las palabras
mamaivamsah ("partes integrales fragmentarias del Señor Supremo")
también son muy significativas. La porción fragmentaria del Señor Supremo no es
como una parte material rota. Ya hemos entendido en el Segundo Capítulo que el
espíritu no se puede cortar en pedazos. Este fragmento no se puede concebir de
una manera material. No es como la materia, que puede ser cortada en pedazos y
unida de nuevo. Esa concepción no se aplica aquí, porque se usa la palabra
sanatana ("eterna"). La porción fragmentaria es eterna. También se
afirma al principio del Capítulo Dos que, en todos y cada uno de los cuerpos
individuales, está presente la porción fragmentaria del Señor Supremo (dehino
‘smin yatha dehe). Esa porción fragmentaria, cuando se libera del enredo
corporal, revive su cuerpo espiritual original en el cielo espiritual, en un
planeta espiritual, y disfruta de la compañía del Señor Supremo. Aquí se
sobrentiende, no obstante, que la entidad viviente, siendo la parte integral
fragmentaria del Señor Supremo, es cualitativamente idéntica al Señor, tal como
las partes integrales del oro también son oro.