Esos herejes que son
sumamente necios, que son lo más bajo de la humanidad, a quienes la ilusión les
ha robado el conocimiento y que participan de la naturaleza atea de los
demonios, no se entregan a Mí.
Comentario de Srila Prabhupada:
En El Bhagavad-gita
se dice que, por el simple hecho de uno entregarse a los pies de loto de Krsna,
la Personalidad
Suprema, se pueden superar las estrictas leyes de la
naturaleza material. En este momento surge una pregunta: ¿Cómo es posible que
los educados filósofos, científicos, hombres de negocios, administradores y
todos los líderes de los hombres ordinarios, no se entreguen a los pies de loto
de Sri Krsna, la
todopoderosa Personalidad de Dios? Mukti, o el liberarse de
las leyes de la naturaleza material, es algo que los líderes de la humanidad
buscan de diferentes maneras y con grandes planes y perseverancia, durante una
gran cantidad de años y nacimientos. Pero si esa liberación se puede lograr por
el simple hecho de entregarse a los pies de loto de la Suprema Personalidad
de Dios, entonces ¿por qué esos líderes inteligentes y muy trabajadores no
adoptan ese sencillo método?
El Gita responde esa
pregunta muy francamente. Aquellos líderes de la sociedad que verdaderamente
son eruditos, tales como Brahma, Siva, Kapila, los Kumaras, Manu, Vyasa,
Devala, Asita, Janaka, Prahlada, Bali y, posteriormente, Madhvacarya,
Ramanujacarya, Sri Caitanya y muchos otros —que son fieles filósofos,
políticos, educadores, científicos, etc.—, se entregan a los pies de loto de la Persona Suprema,
la autoridad todopoderosa. Aquellos que de hecho no son filósofos, científicos,
educadores, administradores, etc., sino que se hacen pasar por tales en aras de
un beneficio material, no aceptan el plan o el sendero del Señor Supremo. Ellos
no tienen ni idea de Dios; ellos simplemente elaboran sus propios planes
mundanos, y, en consecuencia, complican los problemas de la existencia material
con sus vanos intentos de resolverlos. Como la energía material (la naturaleza)
es muy poderosa, puede resistirse a los planes desautorizados de los ateos y confundir
el conocimiento de las "comisiones de planeamiento".
Los ateos
planificadores se describen aquí con la palabra duskrtinah o
"herejes". Krti significa "aquel que ha realizado una labor
meritoria". El planificador ateo también es a veces muy inteligente y
meritorio, ya que cualquier plan gigantesco, bueno o malo, requiere de
inteligencia para su ejecución. Pero como la inteligencia del ateo se utiliza
indebidamente para contrariar el plan del Señor Supremo, el planificador ateo
es llamado duskrti, lo cual indica que su inteligencia y sus esfuerzos están
mal dirigidos.
En el Gita se
menciona claramente que la energía material actúa por completo bajo la
dirección del Señor Supremo. Ella no tiene una autoridad independiente. Ella
actúa como la sombra, la cual se mueve siguiendo los movimientos del objeto que
la produce. Pero,
aun así, la energía material es muy poderosa, y el ateo, debido a su
temperamento impío, no puede saber cómo funciona dicha energía; y él tampoco
puede conocer el plan del Señor Supremo. Bajo la influencia de la ilusión y de
las modalidades de la pasión y la ignorancia, todos sus planes se ven
frustrados, tal como en el caso de Hiranyakasipu y Ravana, cuyos planes fueron
reducidos a polvo, aunque desde el punto de vista material ambos eran
entendidos como científicos, filósofos, administradores y educadores. Estos
duskrtinas, o herejes, son de cuatro tipos diferentes, como se describe a
continuación.
(1) Los mudhas son
aquellos que son sumamente necios, como las muy trabajadoras bestias de carga.
Ellos quieren disfrutar por sí solos de los frutos de su labor, y, en
consecuencia, no quieren gastarlos en el Supremo. El típico ejemplo de la
bestia de carga es el asno. El amo de esta humilde bestia la hace trabajar
mucho. El asno no sabe en realidad para quién trabaja tanto día y noche. A él
lo satisface el hecho de llenarse el estómago con un poco de heno, dormir un
rato con el temor de ser golpeado por su amo, y complacer su apetito sexual a
riesgo de ser pateado repetidamente por el sexo opuesto. A veces, el asno
recita poesía y habla de filosofía, pero sus rebuznos sólo molestan a los
demás. Ésa es la posición del necio trabajador fruitivo, que no sabe para quién
debe trabajar. Él no sabe que el karma (la acción ) es para el yajña (el sacrificio).
Aquellos que
trabajan mucho día y noche para disipar la carga de deberes que ellos mismos se
han creado, muy a menudo dicen que no tienen tiempo para oír hablar de la
inmortalidad del ser viviente. Para semejantes mudhas, las ganancias
materiales, que son destructibles, lo son todo en la vida, pese al hecho de que
ellos mismos disfrutan únicamente de una muy pequeña fracción del fruto del
trabajo. A veces, en aras de la ganancia fruitiva, esos mudhas pasan días y
noches sin dormir, y aunque puede que tengan úlceras o indigestión, se
satisfacen con muy poca comida; ellos simplemente están absortos en trabajar
duro día y noche por el beneficio de amos ilusorios. Ignorantes de su verdadero
amo, los necios trabajadores pierden su valioso tiempo sirviendo a la codicia. Desgraciadamente,
ellos nunca se entregan al supremo amo de todos los amos, ni tampoco se toman
el tiempo de oír a las fuentes idóneas hablar de Él. Al puerco que come
excremento no le interesa comer dulces hechos de azúcar y ghi. De igual modo,
el trabajador necio continuará oyendo incansablemente las noticias que
complacen los sentidos y que tratan del vacilante mundo terrenal, pero tendrá
muy poco tiempo para oír hablar de la eterna fuerza viviente que mueve al mundo
material.
(2) Otra clase de
duskrti, o hereje, recibe el nombre de naradhama, o lo más bajo de la humanidad. Nara
significa "ser humano" y adhama significa "el más bajo de
todos". De las 8.400.000 diferentes especies de seres vivos, hay 400.000
especies humanas. Entre éstas, hay numerosas formas inferiores de vida humana
que son en su mayor parte incivilizadas. Los seres humanos civilizados son
aquellos que tienen principios regulados de vida social, política y religiosa.
Aquellos que están desarrollados social y políticamente pero que no tienen
principios religiosos, se debe considerar que son naradhamas. Y religión sin
Dios tampoco es religión, porque el propósito de seguir principios religiosos
es el de conocer a la
Verdad Suprema y la relación que el hombre tiene con Él*. En el
Gita, la Personalidad de Dios afirma claramente que no hay ninguna autoridad
por encima de Él, y que Él es la Verdad Suprema. La forma civilizada de la vida
humana es para que el hombre reviva la perdida conciencia de la relación eterna
que tiene con la Verdad
Suprema, la Personalidad de Dios Sri Krsna, quien es
todopoderoso. Todo aquel que pierde esta oportunidad es clasificado como
naradhama. Las Escrituras reveladas nos informan que, cuando la criatura se
halla en el vientre de la madre (una situación extremadamente incómoda), le ora
a Dios pidiéndole ser liberada, y promete adorarlo sólo a Él en cuanto salga.
Orarle a Dios cuando se está en dificultades es un instinto natural de todo ser
viviente, porque eternamente está relacionado con Dios. Pero después de ser
liberado, el niño olvida las dificultades del nacimiento y olvida también al
que lo liberó, ya que se encuentra influido por maya, la energía ilusoria.
*La Verdad Suprema es Krsna.
Los tutores de los
niños tienen el deber de revivir la conciencia divina que éstos llevan latente.
Los diez tipos de ceremonias reformatorias, tal como se estipulan en El
Manu-smrti, que es la guía de los principios religiosos, son para revivir el
estado de conciencia de Dios en el ámbito del sistema varnasrama. Sin embargo,
hoy en día no se sigue estrictamente ningún proceso en ninguna parte del mundo,
y, por lo tanto, el 99,9 por ciento de la población es naradhama.
Cuando toda la
población se vuelve naradhama, naturalmente toda su supuesta educación queda
nula y sin efecto por obra de la todopoderosa energía de la naturaleza física.
De acuerdo con la pauta del Gita, un hombre erudito es aquel que ve con
igualdad de ánimo al erudito brahmana, al perro, a la vaca, al elefante y al
comeperros. Ésa es la visión de un verdadero devoto. Sri Nityananda Prabhu,
quien es la encarnación de Dios como maestro divino, liberó a los naradhamas
típicos, los hermanos Jagai y Madhai, y enseñó cómo el verdadero devoto le
confiere su misericordia a los más bajos de los hombres. De modo que, el
naradhama, a quien la Personalidad de Dios condena, puede revivir de nuevo su
conciencia espiritual, únicamente por la misericordia de un devoto.
Sri Caitanya
Mahaprabhu, al propagar el bhagavata-dharma, o las actividades de los devotos,
ha recomendado que la gente oiga de manera sumisa el mensaje de la Personalidad
de Dios. La esencia de ese mensaje es El Bhagavad-gita. Los más bajos de los
seres humanos pueden ser liberados sólo por medio de ese sumiso proceso de oír,
pero, desgraciadamente, ellos rehúsan incluso prestar oídos a esos mensajes, y
ni qué hablar de entregarse a la voluntad del Señor Supremo. Los naradhamas, o
los más bajos de los hombres, desdeñarán por completo el deber fundamental del
ser humano.
(3) La siguiente
clase de duskrti se denomina mayayapahrta-jñanah, o aquellas personas cuya
erudición ha sido anulada por la influencia de la ilusoria energía material.
Ellos son en su mayoría sujetos muy instruidos —grandes filósofos, poetas,
literatos, científicos, etc.—, pero la energía ilusoria los desencamina, a raíz
de lo cual desobedecen al Señor Supremo.
En la actualidad hay
un gran número de mayayapahrta-jñanah, incluso entre los estudiosos de El
Bhagavad-gita. En el Gita, en un lenguaje sencillo y claro, se afirma que Sri
Krsna es la
Suprema Personalidad de Dios. No hay nadie que sea igual o
superior a Él. A Él se lo menciona como padre de Brahma, el padre original de
todos los seres humanos. En verdad, se dice que Sri Krsna no sólo es el padre
de Brahma, sino también el padre de todas las especies de vida. Él es la raíz
del Brahman impersonal y de Paramatma; la Superalma que se halla en cada
entidad viviente es Su porción plenaria. Él es la fuente de todo, y a todo el
mundo se le aconseja entregarse a Sus pies de loto. Pese a todas estas claras
afirmaciones, los mayayapahrta-jñanah se burlan de la personalidad del Señor
Supremo y consideran que Él es meramente otro ser humano. Ellos no saben que la
bienaventurada forma de la vida humana se diseña a imagen y semejanza del
eterno y trascendental aspecto del Señor Supremo.
Todas las
desautorizadas interpretaciones que del Gita hace la clase de
mayayapahrta-jñanah fuera de la jurisdicción del sistema parampara, no son más
que obstáculos en el sendero de la comprensión espiritual. Los engañados
intérpretes no se rinden a los pies de loto de Sri Krsna, ni tampoco les
enseñan a los demás a seguir ese principio.
(4) La última clase
de duskrti se denomina asuram bhavam asritah, o aquellos que tienen principios
demoníacos. Esa clase es abiertamente atea. Algunos de ellos arguyen que el
Señor Supremo jamás puede descender a este mundo material, pero son incapaces
de dar alguna razón tangible de por qué no puede hacerlo. Hay otros que lo
subordinan al aspecto impersonal, aunque en el Gita se declara justamente lo
opuesto. Por la envidia que le tiene a la Suprema Personalidad
de Dios, el ateo presentará numerosas encarnaciones ilícitas creadas en la
fábrica de su cerebro. Esas personas, cuyo principio fundamental en la vida es
el de criticar a la Personalidad de Dios, no pueden entregarse a los pies de
loto de Sri Krsna.
Sri Yamunacarya
Albandaru, del Sur de la India, dijo: "¡Oh, Señor mío!, las personas que
están envueltas en los principios ateos no te pueden conocer, pese a Tus
cualidades, aspectos y actividades poco comunes, pese a que Tu personalidad la
confirman todas las Escrituras reveladas que se hallan en el plano de la
cualidad de la bondad, y pese a que a Ti te reconocen las famosas autoridades
que son célebres por la profundidad de su conocimiento acerca de la ciencia
trascendental, y que están situadas en el plano de las cualidades
divinas".
Por consiguiente,
(1) las personas sumamente necias, (2) los más bajos de los hombres, (3) los
engañados especuladores y (4) los ateos profesos, tal como se mencionó antes,
nunca se entregan a los pies de loto de la Personalidad de Dios, a pesar de
todas las recomendaciones de las Escrituras y de las autoridades.