Yo estoy en el
corazón de todos en forma de la Superalma. En cuanto alguien desea adorar a algún
semidiós, Yo hago que su fe se vuelva firme para que pueda consagrarse a esa
deidad en particular.
Comentario de Srila Prabhupada:
Dios le ha dado
independencia a todo el mundo; por lo tanto, si una persona desea tener
disfrute material y quiere muy sinceramente que los semidioses materiales le
den esas facilidades, el Señor Supremo, como la Superalma que está en el
corazón de todos, se da cuenta de ello y les da facilidades a esa clase de
personas. Como Él es el padre supremo de todas las entidades vivientes, no
obstaculiza su independencia, sino que les da todas las facilidades para que
ellas puedan cumplir sus deseos materiales. Puede que algunas personas
pregunten por qué el todopoderoso Dios les da facilidades a las entidades
vivientes para disfrutar de este mundo material, dejándolas caer así en la
trampa de la energía ilusoria. La respuesta es que si el Señor Supremo, en Su
carácter de Superalma, no diera esas facilidades, entonces la independencia no
tendría sentido. Por consiguiente, Él les da a todos plena independencia —lo
que uno quiera—, pero en El Bhagavad-gita encontramos Su instrucción final: uno
debe abandonar todas las demás ocupaciones y entregarse por entero a Él. Eso
hará que el hombre sea feliz.
Tanto la entidad
viviente como los semidioses están subordinados a la voluntad de la Suprema Personalidad
de Dios; en consecuencia, la entidad viviente no puede adorar al semidiós por
su propio deseo, ni puede el semidiós otorgar ninguna bendición sin la voluntad
suprema. Como se dice, ni una brizna de paja se mueve sin la voluntad de la Suprema Personalidad
de Dios. Por lo general, las personas que están afligidas en el mundo material
acuden a los semidioses, tal como se les aconseja en la literatura védica. Una
persona que quiera una cosa determinada puede adorar a tal o cual semidiós. Por
ejemplo, a una persona enferma se le recomienda adorar al dios del Sol; una
persona que quiera educación puede adorar a la diosa del conocimiento,
Sarasvati; y una persona que quiera una hermosa esposa puede adorar a la diosa Uma , la esposa del
Señor Siva. De ese modo, en los sastras (las Escrituras védicas) hay
recomendaciones en las que se indican las diferentes maneras de adorar a los
diferentes semidioses. Y como una determinada entidad viviente quiere disfrutar
de una determinada facilidad material, el Señor la inspira con un fuerte deseo
de conseguir esa bendición de manos de ese semidiós específico, y así la
entidad viviente logra recibir la bendición. El Señor
Supremo también dispone la modalidad específica de la actitud devocional que la
entidad viviente tiene con un determinado tipo de semidiós. Los semidioses no
pueden infundir esa atracción en las entidades vivientes, pero como Krsna es el
Señor Supremo o la Superalma que está presente en el corazón de todas las
entidades vivientes, Él impele al hombre a adorar a ciertos semidioses. Los
semidioses son en realidad diferentes partes del cuerpo universal del Señor
Supremo; por consiguiente, ellos no tienen ninguna independencia. En la
literatura védica se declara: "La Suprema Personalidad
de Dios, en forma de la Superalma, también está presente dentro del corazón del
semidiós; por lo tanto, Él dispone las cosas a través del semidiós para cumplir
el deseo de la entidad viviente. Pero tanto el semidiós como la entidad
viviente dependen de la voluntad suprema. Ellos no son independientes".
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