lunes, 30 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 32


Aquellos que tienen la visión de la eternidad pueden ver que el alma imperecedera es trascendental y eterna, y que se encuentra más allá de las modalidades de la naturaleza. Pese al contacto con el cuerpo material, ¡oh, Arjuna!, el alma ni hace nada, ni se enreda.

Comentario de Srila Prabhupada:

La entidad viviente parece nacer, debido al nacimiento del cuerpo material, pero en realidad es eterna; la entidad viviente no nace, y a pesar de estar situada en un cuerpo material, es trascendental y eterna. Así pues, ella no puede ser destruida. La entidad viviente está colmada de bienaventuranza por naturaleza. Ella no se ocupa en ninguna actividad material; en consecuencia, las actividades que se ejecutan debido al contacto de ella con los cuerpos materiales, no la enredan.

viernes, 27 de julio de 2018

Capítulo 13 Verso 31


Cuando un hombre sensato deja de ver diferentes identidades que se deben a diferentes cuerpos materiales, y ve cómo se manifiestan los seres por todas partes, llega a la concepción Brahman.

Comentario de Srila Prabhupada:

Cuando uno puede ver que los diversos cuerpos de las entidades vivientes surgen debido a los diferentes deseos del alma individual y que no le pertenecen de hecho al alma en sí, uno verdaderamente ve. En medio de la concepción material de la vida, vemos que alguien es un semidiós, y que alguien más es un ser humano, un perro, un gato, etc. Eso es visión material, no verdadera visión. Esa diferenciación material se debe a una concepción material de la vida. Después de la destrucción del cuerpo material, el alma espiritual es una. El alma espiritual, debido al contacto con la naturaleza material, recibe diferentes tipos de cuerpos. Cuando uno puede ver eso, adquiere visión espiritual; así pues, al estar libre de diferenciaciones tales como las de hombre, animal, grande, bajo, etc., uno se purifica la conciencia y es capaz de cultivar conciencia de Krsna en el plano de su identidad espiritual. La manera en que entonces uno ve las cosas, se explicará en el siguiente verso.

jueves, 26 de julio de 2018

Capítulo 13 - Versos 29 y 30


Aquel que ve que la Superalma está presente de la misma manera en todas partes, en cada ser viviente, no se degrada por la mente. De ese modo, él se dirige al destino trascendental.

Aquel que puede ver que todas las actividades las realiza el cuerpo, el cual está hecho de naturaleza material, y que ve que el ser no hace nada, realmente ve.

Comentario de Srila Prabhupada:


La entidad viviente, al aceptar su existencia material, ha quedado en una posición diferente a la que tiene en su existencia espiritual. Pero si uno entiende que el Supremo se encuentra en todas partes en Su manifestación Paramatma, es decir, si uno puede ver la presencia de la Suprema Personalidad de Dios en cada cosa viviente, no se degrada a sí mismo con una mentalidad destructiva, y, en consecuencia, avanza gradualmente hacia el mundo espiritual. Por lo general, la mente está adicta a procesos para complacer los sentidos; pero cuando la mente gira hacia la Superalma, uno se vuelve adelantado en lo referente a la comprensión espiritual.

Este cuerpo lo hace la naturaleza material bajo la dirección de la Superalma, y cualesquiera actividades que ocurren en relación con el cuerpo, no son obras de uno. Todo lo que se supone que hay que hacer, ya sea para la felicidad o para la aflicción, uno es forzado a hacerlo a causa de la constitución del cuerpo. El ser, sin embargo, es ajeno a todas esas actividades corporales. Este cuerpo se nos da conforme a nuestros deseos pasados. Para complacer deseos, a uno se le da el cuerpo, con el cual uno actúa como corresponde. Hablando en términos prácticos, el cuerpo es una máquina para complacer deseos, diseñada por el Señor Supremo. Debido a los deseos, uno es puesto en circunstancias difíciles para sufrir o disfrutar. Cuando esa visión trascendental de la entidad viviente se desarrolla, hace que uno se separe de las actividades del cuerpo. Aquel que tiene semejante visión es un verdadero vidente.

martes, 24 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 28


Aquel que ve que la Superalma acompaña al alma individual en todos los cuerpos, y que entiende que ni el alma ni la Superalma que están dentro del cuerpo destruible son destruidas jamás, realmente ve.

Comentario de Srila Prabhupada:

Todo aquel que mediante las buenas companías pueda ver tres cosas que están unidas —el cuerpo, el propietario del cuerpo, o el alma individual, y el amigo del alma individual—, verdaderamente tiene conocimiento. A menos que uno tenga la compañía de un verdadero conocedor de los asuntos espirituales, no podrá ver esas tres cosas. Aquellos que no tienen esa clase de compañía, son ignorantes; ellos sólo ven el cuerpo, y creen que cuando el cuerpo es destruido, todo se acaba. Pero en realidad no es así. Después de la destrucción del cuerpo, tanto el alma como la Superalma aún existen, y ellas siguen existiendo eternamente en diversas formas móviles e inmóviles. La palabra sánscrita paramesvara se traduce a veces como "el alma individual", porque el alma es el amo del cuerpo, y después de la destrucción del cuerpo se traslada a otra forma. De esa manera es como ella es el amo. Pero hay otros que interpretan esa palabra paramesvara con el significado de Superalma. En cualquiera de los dos casos, tanto la Superalma como el alma individual continúan. Ellas no son destruidas. Aquel que puede ver las cosas de ese modo, puede verdaderamente ver lo que está ocurriendo.

lunes, 23 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 27


¡Oh, tú, el principal de los Bharatas!, has de saber que todo lo que veas que existe, tanto lo móvil como lo inmóvil, es únicamente una combinación del campo de las actividades y el conocedor del campo.

Comentario de Srila Prabhupada:

Tanto la naturaleza material como la entidad viviente, que existían antes de la creación del cosmos, se explican en este verso. Todo lo creado no es más que una combinación de la entidad viviente y la naturaleza material. Hay muchas manifestaciones que no se mueven, tales como los árboles, las montañas y las colinas, y hay muchas existencias que se mueven, y todas ellas no son más que combinaciones de la naturaleza material y la naturaleza superior, la entidad viviente. Sin el toque de la naturaleza superior —la entidad viviente—, nada puede crecer. La relación que hay entre la materia y la naturaleza existe eternamente, y esa combinación la efectúa el Señor Supremo; de manera que, Él es el controlador tanto de la naturaleza superior como de la inferior. La naturaleza material es creada por Él, y la naturaleza superior es puesta en el seno de esa naturaleza material, y de ese modo ocurren todas esas actividades y manifestaciones.


domingo, 22 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 26


Además, existen aquellos que, aunque no están versados en el conocimiento espiritual, comienzan a adorar a la Persona Suprema al oír a otros hablar de Él. Debido a su tendencia a oír a las autoridades, ellos también trascienden la senda del nacimiento y la muerte.

Comentario de Srila Prabhupada:

Este verso es en especial aplicable a la sociedad moderna, porque en la sociedad moderna prácticamente no hay ninguna educación acerca de asuntos espirituales. Puede que algunas personas parezcan ser ateas, agnósticas o filosóficas, pero en realidad no hay ningún conocimiento de filosofía. En cuanto al hombre común, si es una buena alma, hay entonces la posibilidad de que avance por oír. Ese proceso de oír es muy importante. El Señor Caitanya, quien predicó en el mundo moderno acerca del cultivo de conciencia de Krsna, hizo mucho énfasis en el proceso de oír, porque si el hombre común tan sólo oye a las fuentes autoritativas, puede progresar, especialmente, según el Señor Caitanya, si oye la vibración trascendental Hare Krsna, Hare Krsna, Krsna Krsna, Hare Hare/ Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. Se dice, por lo tanto, que todos los hombres deberían beneficiarse de oír a almas iluminadas, y gradualmente llegar a ser capaces de entenderlo todo. Si es así, la adoración del Señor Supremo se llevará a efecto sin lugar a dudas. El Señor Caitanya ha dicho que en esta era nadie necesita cambiar su posición, pero uno debe abandonar el esfuerzo por entender la Verdad Absoluta mediante el razonamiento especulativo. Uno debe aprender a volverse el sirviente de aquellos que tienen conocimiento acerca del Señor Supremo. Si uno es lo suficientemente afortunado como para refugiarse en un devoto puro, oírlo hablar de la autorrealización y seguir sus pasos, poco a poco se irá elevando a la posición de devoto puro. En este verso, en particular, se recomienda mucho el proceso de oír, y eso es muy apropiado. Aunque a menudo el hombre común no es tan capaz como los llamados filósofos, el oír fielmente a una persona autoritativa lo ayudará a uno a trascender esta existencia material e ir de vuelta a Dios, de vuelta al hogar.

sábado, 21 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 25


Algunos perciben a través de la meditación a la Superalma que se encuentra dentro de ellos, otros a través del cultivo de conocimiento, y aun otros a través del trabajo sin deseos fruitivos.

Comentario de Srila Prabhupada:

El Señor le informa a Arjuna que, en lo que se refiere al hombre y su búsqueda de la autorrealización, las almas condicionadas se pueden dividir en dos grupos. Aquellos que son ateos, agnósticos y escépticos, están más allá del sentido de la comprensión espiritual. Pero hay otros que son fieles en su comprensión de la vida espiritual, y a ellos se los conoce como devotos introspectivos, filósofos y trabajadores que han renunciado a los resultados fruitivos. A aquellos que siempre tratan de establecer la doctrina del monismo, también se los cuenta entre los ateos y agnósticos. En otras palabras, sólo los devotos de la Suprema Personalidad de Dios son verdaderamente aptos para el entendimiento espiritual, porque ellos entienden que, más allá de esta naturaleza material, se encuentran el mundo espiritual y la Suprema Personalidad de Dios, quien se expande como Paramatma, la Superalma que está en todos, la Divinidad omnipresente. Desde luego, también existen aquellos que tratan de entender a la Suprema Verdad Absoluta por medio del cultivo de conocimiento, y a ellos se los puede contar entre los de la clase de los fieles. Los filósofos sankhya descomponen este mundo material en veinticuatro elementos, y colocan al alma individual como el elemento número veinticinco. Cuando ellos sean capaces de entender que la naturaleza del alma espiritual es trascendental a los elementos materiales, también serán capaces de entender que por encima del alma individual se encuentra la Suprema Personalidad de Dios. Él es el vigésimo sexto elemento. Así pues, gradualmente, ellos también llegan al plano del servicio devocional con conciencia de Krsna. Aquellos que trabajan sin resultados fruitivos también tienen una actitud perfecta. A ellos se les da la oportunidad de avanzar hasta el plano del servicio devocional con conciencia de Krsna. Aquí se afirma que hay cierta gente que tiene la conciencia pura y que trata de encontrar a la Superalma por medio de la meditación, y cuando ellos descubren a la Superalma dentro de sí mismos, se sitúan en el plano trascendental. De igual modo, hay otros que también tratan de entender al Alma Suprema mediante el cultivo de conocimiento, y hay otros que cultivan el sistema de hatha-yoga y que tratan de satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios por medio de actividades infantiles.

jueves, 19 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 24


Aquel que entienda esta filosofía relativa a la naturaleza material, la entidad viviente y la interacción de las modalidades de la naturaleza, es seguro que logra la liberación. Él no nacerá aquí de nuevo, sea cual fuere su posición actual.

Comentario de Srila Prabhupada:

El tener una clara comprensión de la naturaleza material, la Superalma, el alma individual y la correlación que hay entre ellas, lo vuelve a uno merecedor de liberarse y volverse hacia la atmósfera espiritual, sin estar forzado a regresar a esta naturaleza material. Ése es el resultado del conocimiento. El propósito del conocimiento es el de entender con claridad que la entidad viviente ha caído en esta existencia material por casualidad. Mediante su esfuerzo personal, realizado en compañía de autoridades, de personas santas y de un maestro espiritual, tiene que entender su posición, y luego volver al estado de conciencia espiritual o conciencia de Krsna mediante la comprensión de El Bhagavad-gita tal como lo explica la Personalidad de Dios. En ese caso es seguro que jamás vendrá de nuevo a esta existencia material; ella será trasladada al mundo espiritual, para una vida eterna y bienaventurada de conocimiento.

miércoles, 18 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 23


Sin embargo, en este cuerpo hay otro disfrutador, uno trascendental, quien es el Señor, el propietario supremo, quien existe como supervisor y sancionador, y a quien se conoce como la Superalma.

Comentario de Srila Prabhupada:

Aquí se afirma que la Superalma, que se encuentra siempre con el alma individual, es la representación del Señor Supremo. Ella no es una entidad viviente ordinaria. Como los filósofos monistas consideran que el conocedor del cuerpo es uno, creen que no hay diferencia entre la Superalma y el alma individual. Para aclarar esto, el Señor dice que Él es la representación de Paramatma que hay en cada cuerpo. Él es diferente del alma individual; Él es para, trascendental. El alma individual disfruta de las actividades de un determinado campo, pero la Superalma no está presente como disfrutador finito ni como alguien que participa en las actividades corporales, sino como el testigo, el supervisor, el sancionador y el disfrutador supremo. Su nombre es Paramatma, no atma, y Él es trascendental. Está bien claro que el atma y Paramatma son diferentes. La Superalma, el Paramatma, tiene piernas y manos por todas partes, mas no así el alma individual. Y como el Paramatma es el Señor Supremo, está presente internamente para sancionar el deseo de disfrute material que tiene el alma individual. Sin la sanción del Señor Supremo, el alma individual no puede hacer nada. El individuo es bhukta, o el sostenido, y el Señor es bhokta, o el sustentador. Hay infinidad de entidades vivientes, y Él se queda en ellas en calidad de amigo.

Lo cierto es que cada entidad viviente individual es por siempre parte integral del Señor Supremo, y ambos están muy íntimamente relacionados como amigos. Pero la entidad viviente tiene la tendencia a rechazar la sanción del Señor Supremo y actuar de un modo independiente, en un intento por dominar la naturaleza; y como tiene esa tendencia, se la llama energía marginal del Señor Supremo. La entidad viviente puede situarse, o bien en la energía material, o bien en la energía espiritual. Mientras esté condicionada por la energía material, el Señor Supremo, en Su carácter de amigo, la Superalma, se queda con ella tan sólo para hacer que regrese a la energía espiritual. El Señor siempre está ansioso de llevarla de vuelta a la energía espiritual, pero la entidad individual, debido a su diminuta independencia, rechaza continuamente la compañía de la luz espiritual. Este mal uso de la independencia es la causa de su lucha material en el seno de la naturaleza condicionada. Por lo tanto, el Señor siempre la está instruyendo desde dentro y desde fuera. Desde fuera le da instrucciones tales como las que se exponen en El Bhagavad-gita, y desde dentro trata de convencerla de que sus actividades en el campo material no conducen a la verdadera felicidad. "Tan sólo abandónalas y vuelve tu fe hacia Mí. Sólo entonces serás feliz" —dice Él. Así pues, la persona inteligente que pone su fe en el Paramatma o la Suprema Personalidad de Dios, comienza a avanzar hacia una vida eterna y bienaventurada de conocimiento.

martes, 17 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 22


La entidad viviente que se halla en el seno de la naturaleza material sigue así los caminos de la vida, disfrutando de las tres modalidades de la naturaleza. Ello se debe a su contacto con esa naturaleza material. De ese modo se encuentra con el bien y el mal entre las diversas especies.

Comentario de Srila Prabhupada:

Este verso es muy importante para lograr una comprensión de cómo las entidades vivientes transmigran de un cuerpo a otro. En el Segundo Capítulo se explica que la entidad viviente transmigra de un cuerpo a otro tal como uno se cambia de ropa. Este cambio de ropa se debe a su apego a la existencia material. Mientras ella esté cautivada por esta manifestación falsa, tiene que seguir transmigrando de un cuerpo a otro. Debido a su deseo de enseñorearse de la naturaleza material, ella es puesta en esas circunstancias desagradables. Bajo la influencia del deseo material, la entidad nace a veces como semidiós, otras veces como hombre, otras como bestia, como ave, como gusano, como un ser acuático, como un hombre santo o como un insecto. Así está ocurriendo. Y, en todos los casos, la entidad viviente se cree la ama de sus circunstancias, aunque se encuentra bajo la influencia de la naturaleza material.

Aquí se explica la manera en que ella es puesta en esos diferentes cuerpos. Se debe al contacto con las diferentes modalidades de la naturaleza. Uno tiene que elevarse, pues, por encima de las tres modalidades materiales, y situarse en la posición trascendental. Eso se denomina conciencia de Krsna. A menos que uno se sitúe en el plano de conciencia de Krsna, su conciencia material lo obligará a trasladarse de un cuerpo a otro, porque uno tiene deseos materiales desde un tiempo inmemorial. Pero uno tiene que cambiar ese concepto. Ese cambio únicamente se puede efectuar si se oye a las fuentes autoritativas. El mejor ejemplo se da aquí: Arjuna está oyendo a Krsna exponer la ciencia de Dios. Si la entidad viviente se somete a ese proceso de oír, perderá el deseo de dominar la naturaleza material, deseo que ha acariciado por mucho tiempo, y gradual y proporcionalmente, a medida que reduzca su viejo deseo de dominar, llegará a disfrutar de la felicidad espiritual. En un mantra védico se dice que, a medida que uno se vuelve entendido en compañía de la Suprema Personalidad de Dios, va disfrutando proporcionalmente de su eterna vida bienaventurada.

sábado, 14 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 21


Se dice que la naturaleza es la causa de todas las causas y efectos materiales, mientras que la entidad viviente es la causa de los diversos sufrimientos y disfrutes que hay en este mundo.

Comentario de Srila Prabhupada:

Los diferentes tipos de cuerpo y de sentidos que hay entre las entidades vivientes, se deben a la naturaleza material. Hay 8.400.000 diferentes especies de vida, y estas variedades son creaciones de la naturaleza material. Ellas surgen de los diferentes placeres de los sentidos de la entidad viviente, la cual, en consecuencia, desea vivir en un cuerpo u otro. Cuando a ella se la pone en diferentes cuerpos, disfruta de diferentes clases de felicidad y aflicción. Su felicidad y aflicción materiales se deben a su cuerpo, y no a ella misma de por sí. En su estado original, no hay ninguna duda de su disfrute; por lo tanto, ése es su estado verdadero. A causa del deseo de enseñorearse de la naturaleza material, ella se encuentra en el mundo material. En el mundo espiritual no hay tal cosa. El mundo espiritual es puro, pero en el mundo material todos se esfuerzan mucho por conseguir diferentes clases de placeres para el cuerpo. Puede que sea más claro decir que este cuerpo es un efecto de los sentidos. Los sentidos son instrumentos para complacer los deseos. Ahora bien, todo ello —el cuerpo y los sentidos que sirven de instrumentos— lo ofrece la naturaleza material, y, como se pondrá de manifiesto en el siguiente verso, la entidad viviente es bendecida o condenada por una serie de circunstancias, de conformidad con el deseo y la actividad que tuvo en el pasado. Según los deseos y las actividades de uno, la naturaleza material lo pone en diversas residencias. El propio ser es la causa de su presencia en esas residencias, y del disfrute o sufrimiento que lo acompañan. Una vez que se lo coloca en un determinado tipo de cuerpo, queda bajo el control de la naturaleza, porque el cuerpo, siendo materia, actúa de acuerdo con las leyes de la naturaleza. En ese momento, la entidad viviente no tiene ningún poder para cambiar esa ley. Supóngase que a una entidad se la pone en un cuerpo de perro. Tan pronto como eso ocurre, tiene que actuar como un perro. Ella no puede actuar de otra manera. Y si la entidad viviente es puesta en un cuerpo de cerdo, se ve forzada entonces a comer excremento y a actuar como un cerdo. De forma similar, si a la entidad viviente se la pone en un cuerpo de semidiós, tiene que actuar de conformidad con su cuerpo. Ésa es la ley de la naturaleza. Pero en todas las circunstancias, la Superalma está con el alma individual. Eso se explica en los Vedas (El Mundaka Upanisad 3.1.1) de la siguiente manera: dva suparna sayuja sakhayah. El Señor Supremo es tan bueno con la entidad viviente, que siempre acompaña al alma individual, y en todas las circunstancias está presente en forma de la Superalma, o Paramatma.

viernes, 13 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 20


Se debe saber que la naturaleza material y las entidades vivientes no tienen principio. Sus transformaciones y las modalidades de la materia son productos de la naturaleza material.

Comentario de Srila Prabhupada:

Con el conocimiento que se da en este capítulo, uno puede entender el cuerpo (el campo de las actividades) y a los conocedores del cuerpo (tanto al alma individual como a la Superalma). El cuerpo es el campo de la actividad, y está hecho de naturaleza material. El alma individual que está encarnada y que está disfrutando de las actividades del cuerpo, es el purusa, o la entidad viviente. Ella es uno de los conocedores, y el otro es la Superalma. Desde luego, hay que entender que tanto la Superalma como la entidad individual son diferentes manifestaciones de la Suprema Personalidad de Dios. La entidad viviente se encuentra en la categoría de Sus energías, y la Superalma está en la categoría de Sus expansiones personales.

Tanto la naturaleza material como la entidad viviente son eternas. Es decir, ellas existían antes de la creación. La manifestación material procede de la energía del Señor Supremo, y así mismo ocurre con las entidades vivientes, pero las entidades vivientes proceden de la energía superior. Tanto las entidades vivientes como la naturaleza material existían antes de que este cosmos se manifestara. La naturaleza material estaba absorbida en la Suprema Personalidad de Dios, Maha-Visnu, y cuando fue necesario se manifestó por intermedio del mahat-tattva. De igual modo, las entidades vivientes también están en Él, y como están condicionadas, se muestran adversas a servir al Señor Supremo. Por eso no se les permite entrar en el cielo espiritual. Pero con la aparición de la naturaleza material, esas entidades vivientes reciben de nuevo la oportunidad de actuar en el mundo material y prepararse para entrar en el mundo espiritual. Ése es el misterio de esta creación material. En realidad, la entidad viviente es en un principio parte integral espiritual del Señor Supremo, pero debido a su naturaleza rebelde, queda condicionada dentro de la naturaleza material. A decir verdad, no importa cómo esas entidades vivientes o entidades superiores del Señor Supremo se han puesto en contacto con la naturaleza material. Sin embargo, la Suprema Personalidad de Dios sabe realmente cómo y por qué ocurrió eso. En las Escrituras, el Señor dice que aquellos que están atraídos por esta naturaleza material, se están sometiendo a una dura lucha por la existencia. Pero, en base a las descripciones de estos pocos versos, debemos saber con toda certeza que, todas las transformaciones e influencias de la naturaleza material que proceden de las tres modalidades, también son productos de la naturaleza material. Todas las transformaciones y variedades que están en relación con las entidades vivientes, se deben al cuerpo. En lo que respecta al espíritu, todas las entidades vivientes son iguales.

jueves, 12 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 19


Así pues, Yo he descrito de un modo resumido el campo de las actividades [el cuerpo], el conocimiento y lo conocible. Sólo Mis devotos pueden entender esto perfectamente y llegar así a Mi naturaleza.

Comentario de Srila Prabhupada:

El Señor ha descrito en resumen el cuerpo, el conocimiento y lo conocible. Este conocimiento es de tres cosas: el conocedor, lo conocible y el proceso para conocer. Todo ello en conjunto se denomina vijñana, o la ciencia del conocimiento. Los devotos puros del Señor pueden entender el conocimiento perfecto directamente. Los demás son incapaces de entender. Los monistas dicen que en la última etapa esas tres cosas se vuelven una, pero los devotos no aceptan eso. Conocimiento y cultivo de conocimiento son cosas que significan entenderse a uno mismo con conciencia de Krsna. Nos estamos dejando llevar por la conciencia material, pero en cuanto trasladamos hacia las actividades de Krsna toda la conciencia y comprendemos que Krsna lo es todo, adquirimos entonces verdadero conocimiento. En otras palabras, el conocimiento no es más que la etapa preliminar del proceso de entender el servicio devocional a la perfección. Eso se explicará muy claramente en el Capítulo Quince.
Ahora bien, para resumir, uno puede entender que los versos 6 y 7, comenzando con maha-bhutani y yendo hasta cetana-dhrtih, analizan los elementos materiales y ciertas manifestaciones de las señales de vida. Todo ello se une para formar el cuerpo, o el campo de las actividades. Y los versos que van del 8 al 12, desde amanitvam hasta tattva-jñanartha-darsanam, describen el proceso del conocimiento por el cual se llega a entender a los dos tipos de conocedores del campo de las actividades, es decir, al alma y a la Superalma. Luego, los versos que van del 13 al 18, comenzando con anadi mat-param y yendo hasta hrdi sarvasya visthitam, describen al alma y al Señor Supremo, o la Superalma.
Así pues, se han descrito tres cosas: el campo de la actividad (el cuerpo), el proceso para entender, y tanto al alma como a la Superalma. Aquí se señala en especial que sólo los devotos puros del Señor pueden entender de una manera clara esas tres cosas. De modo que, para esos devotos, El Bhagavad-gita es absolutamente útil; ellos son los que pueden llegar a la meta suprema: la naturaleza del Señor Supremo, Krsna. En otras palabras, sólo los devotos, y nadie más, pueden entender El Bhagavad-gita y obtener el resultado deseado.

viernes, 6 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 18


Él es la fuente de luz de todos los objetos luminosos. Él está más allá de la oscuridad de la materia y no está manifestado. Él es el conocimiento, Él es el objeto del conocimiento, y Él es la meta del conocimiento. Él está situado en el corazón de todos.

Comentario de Srila Prabhupada:

La Superalma, la Suprema Personalidad de Dios, es la fuente de luz de todos los objetos luminosos, tales como el Sol, la Luna y las estrellas. La literatura védica nos hace saber que en el reino espiritual no hay necesidad de sol ni luna, porque ahí se tiene la refulgencia del Señor Supremo. En el mundo material, ese brahmajyoti, la refulgencia espiritual del Señor, está cubierto por el mahat-tattva, los elementos materiales; por lo tanto, en este mundo material requerimos de la asistencia del Sol, la Luna, la electricidad, etc., para que haya luz. Pero en el mundo espiritual no hay necesidad de esas cosas. En la literatura védica se afirma claramente que, debido a Su refulgencia luminosa, todo está iluminado. Queda claro, pues, que Él no está situado en el mundo material. Él se encuentra en el mundo espiritual, que está sumamente lejos, en el cielo espiritual. Eso también se confirma en la literatura védica. šditya-varnam tamasah parastat (El Svetasvatara Upanisad 3.8). Él es tal como el Sol, eternamente luminoso, pero se encuentra mucho más allá de la oscuridad de este mundo material.

Su conocimiento es trascendental. La literatura védica confirma que el Brahman es conocimiento trascendental concentrado. A aquel que está ansioso de ser trasladado a ese mundo espiritual, el Señor Supremo, que está situado en el corazón de todos, le da conocimiento. Un mantra védico (El svetasvatara Upanisad 6.18) dice: tam ha devam atma-buddhi-prakasam mumuksur vai saranam aham prapadye. Si uno realmente quiere la liberación, debe entregarse a la Suprema Personalidad de Dios. En lo que se refiere a la meta última del conocimiento, la misma también se confirma en la literatura védica: tam eva viditvati mrtyum eti. "Sólo si se lo conoce a Él, puede uno salir de los contornos del nacimiento y la muerte" (El Svetasvatara Upanisad 3.8).

Él está situado en el corazón de todos como controlador supremo. El Supremo tiene piernas y manos distribuidas por doquier, y eso no se puede decir del alma individual. En consecuencia, se debe admitir que hay dos conocedores del campo de la actividad: el alma individual y la Superalma. Las manos y piernas de uno se distribuyen de un modo local, pero las manos y piernas de Krsna se distribuyen por todas partes. Eso se confirma en El Svetasvatara Upanisad (3.17): sarvasya prabhum isanam sarvasya saranam brhat. Esa Suprema Personalidad de Dios, la Superalma, es el prabhu, o amo, de todas las entidades vivientes; por lo tanto, Él es el refugio último de todas ellas. Luego no se puede negar el hecho de que la Suprema Superalma y el alma individual siempre son diferentes.

jueves, 5 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 17


Aunque la Superalma parece estar dividida entre todos los seres, nunca está dividida. Él existe como una unidad. Aunque Él es el sustentador de cada entidad viviente, debe entenderse que Él las devora y las produce a todas.

Comentario de Srila Prabhupada:

El Señor está situado en forma de la Superalma en el corazón de todos. ¿Significa eso que Él se ha dividido? No. En realidad, Él es uno. A este respecto se da el ejemplo del Sol. Al mediodía, el Sol se encuentra en su puesto. Pero si uno recorre unos cinco mil kilómetros en todas las direcciones y pregunta "¿dónde está el Sol?", todo el mundo dirá que lo tiene por encima de sí. En la literatura védica se da ese ejemplo para mostrar que, aunque Él no está dividido, se encuentra como si lo estuviera. También se dice en la literatura védica que un Visnu está presente en todas partes por medio de Su omnipotencia, tal como el Sol se les aparece a muchas personas en muchos lugares. Y el Señor Supremo, aunque es el sustentador de cada entidad viviente, devora todo en el momento de la aniquilación. Eso se confirmó en el Undécimo Capítulo, cuando el Señor dijo que Él había ido a devorar a todos los guerreros que se habían reunido en Kuruksetra. Él mencionó, además, que en la forma del tiempo Él también devora. Él es el aniquilador, el destructor de todos. Cuando ocurre la creación, Él los manifiesta a todos a partir de su estado original, y en el momento de la aniquilación los devora. Los himnos védicos confirman el hecho de que Él es el origen de todas las entidades vivientes y el lugar de reposo de todas ellas. Después de la creación, todo descansa en Su omnipotencia, y después de la aniquilación, todo vuelve de nuevo a descansar en Él. Ésas son las confirmaciones que dan los himnos védicos. Yato va imani bhutani jayante yena jatani jivanti yat prayanty abhisamvisanti tad brahma tad vijijñasasva (El Taittiriya Upanisad 3.1).


miércoles, 4 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 16


La Verdad Suprema existe dentro y fuera de todos los seres vivientes, los móviles y los inmóviles. Como Él es sutil, se encuentra más allá de la capacidad que tienen los sentidos materiales de ver o conocer. Aunque está sumamente lejos, también está cerca de todo.

Comentario de Srila Prabhupada:

La literatura védica nos hace saber que Narayana, la Persona Suprema, reside tanto dentro como fuera de cada entidad viviente. Él está presente tanto en el mundo espiritual como en el mundo material. Aunque Él está muy lejos, aun así está cerca de nosotros. Eso es lo que declara la literatura védica. šsino duram vrajati sayano yati sarvatah (El Katha Upanisad 1.2.21). Y como Él siempre está inmerso en la dicha trascendental, no podemos entender cómo está disfrutando de toda Su opulencia. Nosotros no podemos ver ni entender con estos sentidos materiales. Por lo tanto, en el idioma védico se dice que para entenderlo a Él, nuestra mente y sentidos materiales no pueden actuar. Pero aquel que se ha purificado la mente y los sentidos por medio de la práctica del proceso de conciencia de Krsna en el servicio devocional, puede verlo a Él siempre. En El Brahma-samhita se confirma que el devoto en quien se ha desarrollado amor por el Dios Supremo, puede verlo a Él siempre, ininterrumpidamente. Y en El Bhagavad-gita (11.54) se confirma que a Él sólo se lo puede ver y entender por medio del servicio devocional. Bhaktya tv ananyaya sakyah.

martes, 3 de julio de 2018

Capítulo 13 - Verso 15


La Superalma es la fuente original de todos los sentidos, y, sin embargo, no tiene sentidos. Él es libre, aunque es el sustentador de todos los seres vivientes. Él trasciende las modalidades de la naturaleza, y al mismo tiempo es el amo de todas las modalidades de la naturaleza material.

Comentario de Srila Prabhupada:

Aunque el Señor Supremo es la fuente de todos los sentidos de las entidades vivientes, no tiene sentidos materiales como ellas. En realidad, las almas individuales tienen sentidos espirituales, pero en la vida condicionada se cubren con los elementos materiales, y, por consiguiente, las actividades de los sentidos se exhiben a través de la materia. Los sentidos del Señor Supremo no se cubren de ese modo. Sus sentidos son trascendentales y, en consecuencia, se denominan nirguna. La palabra guna se refiere a las modalidades materiales, pero los sentidos de Él no tienen una cobertura material. Se ha de entender que Sus sentidos no son exactamente como los nuestros. Pese a que Él es la fuente de todas las actividades de nuestros sentidos, Él tiene Sus sentidos trascendentales, los cuales no están contaminados. Esto se explica muy bien en El Svetasvatara Upanisad (3.19), en el verso apani-pado javano grahita. La Suprema Personalidad de Dios no tiene manos que estén contaminadas por lo material, pero tiene Sus manos y acepta todos los sacrificios que se le ofrezcan. Ésa es la diferencia que hay entre el alma condicionada y la Superalma. Él no tiene ojos materiales, pero sí tiene ojos, pues, de lo contrario, ¿cómo podría ver? Él lo ve todo —pasado, presente y futuro—. Él vive dentro del corazón del ser viviente, y Él sabe lo que hemos hecho en el pasado, lo que estamos haciendo ahora, y lo que nos espera en el futuro. Eso también se confirma en El Bhagavad-gita: Él lo conoce todo, pero nadie lo conoce a Él. Se dice que el Señor Supremo no tiene piernas como nosotros, pero Él puede viajar por el espacio debido a que tiene piernas espirituales. En otras palabras, el Señor no es impersonal; Él tiene Sus ojos, piernas, manos y todo lo demás, y como nosotros somos parte integral del Señor Supremo, también tenemos esas cosas. Pero Sus manos, piernas, ojos y sentidos no están contaminados por la naturaleza material.

El Bhagavad-gita también confirma que, cuando el Señor aparece, aparece tal como es, por medio de Su potencia interna. A Él no lo contamina la energía material, porque Él es el Señor de la energía material. En la literatura védica se dice que todo Su cuerpo es espiritual. Él tiene Su forma eterna, denominada sac-cid-ananda-vigraha. Él está colmado de todas las opulencias. Él es el propietario de todas las riquezas y el dueño de todas las energías. Él es sumamente inteligente y está colmado de conocimiento. Éstas son algunas de las características propias de la Suprema Personalidad de Dios. Él es el sustentador de todas las entidades vivientes y el testigo de todas las actividades. Hasta donde podemos entender en la literatura védica, el Señor Supremo siempre es trascendental. Aunque no vemos Su cabeza, cara, manos o piernas, Él las tiene, y cuando nos elevemos a la situación trascendental podremos ver la forma del Señor. Debido a los sentidos contaminados por lo material no podemos ver Su forma. En consecuencia, los impersonalistas, que aún están afectados por lo material, no pueden entender a la Personalidad de Dios.