La Superalma es la
fuente original de todos los sentidos, y, sin embargo, no tiene sentidos. Él es
libre, aunque es el sustentador de todos los seres vivientes. Él trasciende las
modalidades de la naturaleza, y al mismo tiempo es el amo de todas las
modalidades de la naturaleza material.
Comentario de Srila Prabhupada:
Aunque el Señor
Supremo es la fuente de todos los sentidos de las entidades vivientes, no tiene
sentidos materiales como ellas. En realidad, las almas individuales tienen
sentidos espirituales, pero en la vida condicionada se cubren con los elementos
materiales, y, por consiguiente, las actividades de los sentidos se exhiben a
través de la materia. Los
sentidos del Señor Supremo no se cubren de ese modo. Sus sentidos son
trascendentales y, en consecuencia, se denominan nirguna. La palabra guna se
refiere a las modalidades materiales, pero los sentidos de Él no tienen una
cobertura material. Se ha de entender que Sus sentidos no son exactamente como
los nuestros. Pese a que Él es la fuente de todas las actividades de nuestros
sentidos, Él tiene Sus sentidos trascendentales, los cuales no están
contaminados. Esto se explica muy bien en El Svetasvatara Upanisad (3.19), en
el verso apani-pado javano grahita. La Suprema Personalidad
de Dios no tiene manos que estén contaminadas por lo material, pero tiene Sus
manos y acepta todos los sacrificios que se le ofrezcan. Ésa es la diferencia
que hay entre el alma condicionada y la Superalma. Él no tiene ojos materiales,
pero sí tiene ojos, pues, de lo contrario, ¿cómo podría ver? Él lo ve todo
—pasado, presente y futuro—. Él vive dentro del corazón del ser viviente, y Él
sabe lo que hemos hecho en el pasado, lo que estamos haciendo ahora, y lo que
nos espera en el futuro. Eso también se confirma en El Bhagavad-gita: Él lo
conoce todo, pero nadie lo conoce a Él. Se dice que el Señor Supremo no tiene
piernas como nosotros, pero Él puede viajar por el espacio debido a que tiene
piernas espirituales. En otras palabras, el Señor no es impersonal; Él tiene
Sus ojos, piernas, manos y todo lo demás, y como nosotros somos parte integral
del Señor Supremo, también tenemos esas cosas. Pero Sus manos, piernas, ojos y
sentidos no están contaminados por la naturaleza material.
El Bhagavad-gita
también confirma que, cuando el Señor aparece, aparece tal como es, por medio
de Su potencia interna. A Él no lo contamina la energía material, porque Él es
el Señor de la energía material. En la literatura védica se dice que todo Su
cuerpo es espiritual. Él tiene Su forma eterna, denominada
sac-cid-ananda-vigraha. Él está colmado de todas las opulencias. Él es el
propietario de todas las riquezas y el dueño de todas las energías. Él es
sumamente inteligente y está colmado de conocimiento. Éstas son algunas de las
características propias de la Suprema Personalidad de Dios. Él es el
sustentador de todas las entidades vivientes y el testigo de todas las
actividades. Hasta donde podemos entender en la literatura védica, el Señor
Supremo siempre es trascendental. Aunque no vemos Su cabeza, cara, manos o
piernas, Él las tiene, y cuando nos elevemos a la situación trascendental
podremos ver la forma del Señor. Debido a los sentidos contaminados por lo
material no podemos ver Su forma. En consecuencia, los impersonalistas, que aún
están afectados por lo material, no pueden entender a la Personalidad de Dios.