La entidad viviente
que se halla en el seno de la naturaleza material sigue así los caminos de la
vida, disfrutando de las tres modalidades de la naturaleza. Ello
se debe a su contacto con esa naturaleza material. De ese modo se encuentra con
el bien y el mal entre las diversas especies.
Comentario de Srila Prabhupada:
Este verso es muy
importante para lograr una comprensión de cómo las entidades vivientes
transmigran de un cuerpo a otro. En el Segundo Capítulo se explica que la
entidad viviente transmigra de un cuerpo a otro tal como uno se cambia de ropa.
Este cambio de ropa se debe a su apego a la existencia material. Mientras ella
esté cautivada por esta manifestación falsa, tiene que seguir transmigrando de
un cuerpo a otro. Debido a su deseo de enseñorearse de la naturaleza material,
ella es puesta en esas circunstancias desagradables. Bajo la influencia del
deseo material, la entidad nace a veces como semidiós, otras veces como hombre,
otras como bestia, como ave, como gusano, como un ser acuático, como un hombre
santo o como un insecto. Así está ocurriendo. Y, en todos los casos, la entidad
viviente se cree la ama de sus circunstancias, aunque se encuentra bajo la
influencia de la naturaleza material.
Aquí se explica la
manera en que ella es puesta en esos diferentes cuerpos. Se debe al contacto
con las diferentes modalidades de la naturaleza. Uno tiene que elevarse, pues, por
encima de las tres modalidades materiales, y situarse en la posición
trascendental. Eso se denomina conciencia de Krsna. A menos que uno se sitúe en
el plano de conciencia de Krsna, su conciencia material lo obligará a
trasladarse de un cuerpo a otro, porque uno tiene deseos materiales desde un
tiempo inmemorial. Pero uno tiene que cambiar ese concepto. Ese cambio
únicamente se puede efectuar si se oye a las fuentes autoritativas. El mejor
ejemplo se da aquí: Arjuna está oyendo a Krsna exponer la ciencia de Dios. Si la
entidad viviente se somete a ese proceso de oír, perderá el deseo de dominar la
naturaleza material, deseo que ha acariciado por mucho tiempo, y gradual y
proporcionalmente, a medida que reduzca su viejo deseo de dominar, llegará a
disfrutar de la felicidad espiritual. En un mantra védico se dice que, a medida
que uno se vuelve entendido en compañía de la Suprema Personalidad
de Dios, va disfrutando proporcionalmente de su eterna vida bienaventurada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario