domingo, 24 de febrero de 2013

Capítulo XIV Verso 6


¡Oh, tú, el inmaculado!, la modalidad de la bondad, siendo más pura que las otras, es iluminadora, y lo libera a uno de todas las reacciones pecaminosas. Aquellos que se encuentran influidos por esa modalidad, quedan condicionados por una sensación de felicidad y conocimiento.

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