La Suprema Personalidad
de Dios dijo: ¡Oh, hijo de Pandu!, aquel que no odia la iluminación, el apego
ni la ilusión cuando están presentes, ni los añora cuando desaparecen; que se
mantiene firme e imperturbable a través de todas esas reacciones de las
cualidades materiales, y que permanece neutral y trascendental, sabiendo que
sólo las modalidades están activas; que está situado en el ser y que considera
que la felicidad y la aflicción son iguales; que mira con la misma visión un
poco de tierra, una piedra y un pedazo de oro; que tiene la misma disposición
hacia lo deseable y lo indeseable; que es constante, encontrándose igual de
bien en la alabanza y en la censura, en el honor y en el deshonor; que trata
igual al amigo y al enemigo; y que ha renunciado a todas las actividades
materiales: una persona que es así, se dice que ha trascendido las modalidades
de la naturaleza.
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