viernes, 5 de julio de 2013

Capítulo XVIII Verso 12

Para aquel que no es renunciado, las tres clases de frutos de la acción —lo deseable, lo indeseable y lo mixto— se devengan después de la muerte. Pero aquellos que están en la orden de vida de renuncia, no tienen esa clase de resultados que padecer o disfrutar.

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