Arjuna:
¡Oh, KRISHNA! Al contemplar aquí a mis deudos y amigos, llenos de coraje e impacientes para empeñarse en una lucha fratricida, mi rostro se demuda, siento secárseme la garganta, un frío mortal corre por mis venas, mis cabellos se erizan, y todo mi cuerpo se estremece de horror.
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