Lo quiera que hagas, lo quiera que comas, lo quiera que ofrezcas, lo quiera que des y cualquiera austeridad que cumplas, ¡oh Kaunteya!, hazlo todo en ofrenda a Mí.
Así te librarás de las ligaduras de acción y de sus buenos y malos frutos. Armonizado en ti mismo por el Yoga de renunciación, a Mí vendrás en cuanto te veas libre.
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