Desde el comienzo de
la creación, las tres palabras om tat sat se han empleado para señalar a la Suprema Verdad Absoluta.
Esas tres representaciones simbólicas las usaban los brahmanas mientras
cantaban los himnos de los Vedas y durante los sacrificios que se hacían para
la satisfacción del Supremo.
SIGNIFICADO
Ya se ha explicado
que la penitencia, el sacrificio, la caridad y la comida se dividen en tres
categorías: de las modalidades de la bondad, la pasión y la ignorancia. Pero
ya sean de primera, de segunda o de tercera clase, todas ellas están
condicionadas, contaminadas por las modalidades materiales de la naturaleza. Cuando
ellas apuntan al Supremo —om tat sat, la Suprema Personalidad
de Dios, lo eterno—, se vuelven medios para la elevación espiritual. En las
disposiciones de las Escrituras se señala ese objetivo. Esas tres palabras, om
tat sat, señalan en particular a la Verdad Absoluta, la Suprema Personalidad
de Dios. En los himnos védicos siempre se encuentra la palabra om.
Aquel que actúa sin
seguir las regulaciones de las Escrituras, no llegará a la Verdad Absoluta.
Él obtendrá algún resultado temporal, pero no el fin último de la vida. De esto se concluye
que la ejecución de obras de caridad, sacrificios y penitencias se debe llevar
a cabo en el plano de la modalidad de la bondad. Cuando esas
cosas se ejecutan en los planos de las modalidades de la pasión o la
ignorancia, son ciertamente de una calidad inferior. Las tres palabras om tat
sat se profieren conjuntamente con el santo nombre del Señor Supremo, como, por
ejemplo, en om tad visnoh. Siempre que se profiere un himno védico o el santo
nombre del Señor Supremo, se añade la palabra om. Eso es lo que señala la
literatura védica. Esas tres palabras se toman de los himnos védicos. Om ity etad
brahmano nedistam nama (El ¬g Veda) señala la primera meta. Luego, tat tvam asi
(El Chandogya Upanisad 6.8.7) señala la segunda meta. Y sad eva saumya (El
Chandogya Upanisad 6.2.1) señala la tercera meta. Todo ello en conjunto se
vuelve om tat sat. Antiguamente, cuando Brahma, la primera entidad viviente
creada, ejecutó sacrificios, se refirió con esas tres palabras a la Suprema Personalidad
de Dios. La sucesión discipular sostiene el mismo principio. De modo que, ese
himno tiene una gran importancia. Por lo tanto, El Bhagavad-gita recomienda que
cualquier trabajo que se haga, debe hacerse por om tat sat, o por la Suprema Personalidad
de Dios. Cuando uno hace penitencias, obras de caridad y sacrificios con esas
tres palabras, actúa en el plano de conciencia de Krsna. El proceso de
conciencia de Krsna es una ejecución científica de actividades trascendentales,
que lo capacita a uno para ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios. No hay
ninguna pérdida de energía al actuar de una forma tan trascendental como ésa.
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