Como llamas destructoras del Tiempo veo tus dientes hincados en las distendidas mandíbulas, y en parte alguna puedo hallar amparo. ¡Misericordia, oh Dios y refugio de los mundos!
Los hijos de Dhritarashtra y con ellos toda esta multitud de reyes de la tierra, Bhisma, Drona, el regio vástago del Suta y la flor de nuestras huestes,
Corren a precipitarse en las brechas de Tus bocas, cuyos tremendos dientes aterrorizan la mirada; y de tus dientes penden algunos con las cabezas trituradas.
Como en ríos que en rauda corriente arrojan sus aguas en el piélago, así estos hombres poderosos y señores de la tierra se lanzan prestamente en Tus llameantes bocas.
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