Yo entro en cada
planeta, y gracias a Mi energía ellos permanecen en órbita. Yo Me convierto en
la Luna, y con ello les proveo del zumo vital a todos los vegetales.
SIGNIFICADO
Se sobrentiende que
todos los planetas flotan en el aire únicamente en virtud de la energía del
Señor. El Señor entra en cada átomo, en cada planeta y en cada ser vivo. Eso se
discute en El Brahma-samhita. Ahí se dice que una porción plenaria de la Suprema Personalidad
de Dios, Paramatma, entra en los planetas, en el universo, en la entidad
viviente, e incluso en el átomo. Así que, gracias a Su entrada, todo se
manifiesta como es debido. Cuando el alma espiritual está presente, el hombre
vivo puede flotar en el agua, pero cuando la chispa viviente está fuera del
cuerpo y el cuerpo está muerto, el mismo se hunde. Desde luego que cuando se
descompone flota, tal como la paja y otras cosas, pero en cuanto el hombre
muere, de inmediato se hunde en el agua. Así mismo, todos estos planetas están
flotando en el espacio, y eso se debe a la entrada en ellos de la energía
suprema de la
Suprema Personalidad de Dios. Su energía está sosteniendo a
cada planeta, tal como si fuera un puñado de tierra. Si alguien sostiene un
puñado de tierra, no hay ninguna posibilidad de que ésta caiga, pero si uno la
lanza al aire, caerá. De la misma manera, a estos planetas, que están flotando
en el aire, los sostiene de hecho el puño de la forma universal del Señor
Supremo. Por medio de Su fuerza y energía, todas las cosas móviles e inmóviles
se quedan en su sitio. En los himnos védicos se dice que en virtud de la Suprema Personalidad
de Dios, el Sol brilla y los planetas se mueven de una manera constante. De no
ser por Él, todos los planetas se dispersarían, tal como el polvo en el aire, y
perecerían. Así mismo, se debe a la Suprema Personalidad
de Dios que la Luna nutra todos los vegetales. Debido a la influencia de la
Luna, los vegetales se vuelven deliciosos. Sin la luz de la Luna, los vegetales
no podrían crecer ni ser suculentos. La sociedad humana trabaja, vive cómodamente
y disfruta de la comida, debido a lo que provee el Señor Supremo. De lo
contrario, la humanidad no podría sobrevivir. La palabra rasatmakah es muy
significativa. Todo se vuelve sabroso por obra del Señor Supremo a través de la
influencia de la Luna.
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