De los sacrificios,
aquel que se ejecuta de acuerdo con las indicaciones de las Escrituras, como
una cuestión de deber, y que lo ejecutan aquellos que no desean ninguna
recompensa, ese sacrificio es de la naturaleza de la bondad.
SIGNIFICADO
La tendencia general
es la de ofrecer un sacrificio con algún propósito en mente, pero aquí se
expresa que el sacrificio se debe realizar sin ninguna clase de deseos. El
mismo se debe hacer como una cuestión de deber. Tómese, por ejemplo, la
celebración de rituales en los templos o en las iglesias. Por lo general, esos
rituales se llevan a cabo con el propósito de obtener un beneficio material,
pero eso no está en el plano de la modalidad de la bondad. Uno debe ir al
templo o a la iglesia como una cuestión de deber, ofrecerle respetos a la Suprema Personalidad
de Dios, y ofrecer flores y comestibles. Todo el mundo cree que de nada sirve
ir al templo sólo para adorar a Dios. Pero la adoración en aras de un beneficio
económico no se recomienda en las disposiciones de las Escrituras. Uno debe ir
tan sólo para ofrecerle respetos a la Deidad. Eso lo colocará a uno en el plano de la
modalidad de la bondad.
Todo hombre civilizado tiene el deber de obedecer las
disposiciones de las Escrituras y ofrecerle respetos a la Suprema Personalidad
de Dios.
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