domingo, 16 de octubre de 2016

Capítulo 2 - Verso 46

Todos los propósitos que cumple un pequeño pozo, puede cumplirlos de inmediato un gran depósito de agua. De igual modo, todos los propósitos de los Vedas pueden ser cumplidos por aquel que conoce el propósito que hay detrás de ellos.

SIGNIFICADO
Los rituales y sacrificios que se mencionan en la división karma-kanda de la literatura védica, tienen por objeto fomentar el desarrollo gradual de la autorrealización. Y la finalidad de la autorrealización se expresa claramente en el Capítulo Quince de El Bhagavad-gita (15.15): el propósito del estudio de los Vedas es el de conocer al Señor Krsna, la causa primordial de todo. Así pues, autorrealización significa comprender a Krsna y la relación eterna que uno tiene con Él. La relación que las entidades vivientes tienen con Krsna, también se menciona en el Capítulo Quince de El Bhagavad-gita (15.7). Las entidades vivientes son partes integrales de Krsna; por lo tanto, que la entidad viviente individual reviva su conciencia de Krsna, constituye la máxima etapa de la perfección del conocimiento védico. Eso se confirma en El Srimad-Bhagavatam (3.33.7) de la siguiente manera:

"¡Oh, mi Señor!, la persona que canta Tu santo nombre, aunque haya nacido en una familia baja, tal como la de un candala [persona que come perros], se encuentra en el plano máximo de la autorrealización. Una persona tal debe de haber realizado toda clase de penitencias y sacrificios conforme a los rituales védicos, y debe de haber estudiado las Escrituras védicas muchísimas veces, después de bañarse en todos los lugares sagrados de peregrinaje. Se considera que una persona como ésa es el mejor miembro de la familia aria".


Así que, uno debe ser lo suficientemente inteligente como para entender la finalidad de los Vedas, sin estar apegado únicamente a los rituales, y no debe desear ser elevado a los reinos celestiales en busca de una complacencia sensual de mejor calidad. No es posible que el hombre común de esta época siga todas las reglas y regulaciones de los rituales védicos, ni tampoco es posible estudiar a fondo El Vedanta y los Upanisads. Ejecutar las órdenes de los Vedas requiere de mucho tiempo, energía, conocimiento y recursos. Ello a duras penas es posible en esta era. La mejor finalidad de la cultura védica se cumple, no obstante, mediante el canto del santo nombre del Señor, tal como lo recomienda el Señor Caitanya, el redentor de todas las almas caídas. Cuando Prakasananda Sarasvati, un gran erudito védico, le preguntó al Señor Caitanya que por qué estaba cantando el santo nombre del Señor como un sentimental en vez de estudiar la filosofía Vedanta, el Señor le respondió que Su maestro espiritual había concluido que Él era un gran tonto, y que por ello le había pedido que cantara el santo nombre del Señor Krsna. Él lo hizo, y eso lo puso en un estado de éxtasis tal, que parecía haberse vuelto loco. En esta era de Kali, la mayor parte de la población es tonta y no está debidamente educada para entender la filosofía Vedanta; la mejor finalidad de la filosofía Vedanta se cumple al cantar sin ofensas el santo nombre del Señor. Vedanta es la última palabra en sabiduría védica, y el Señor Krsna es el autor y el conocedor de la filosofía Vedanta; y el vedantista más elevado de todos es la gran alma que encuentra placer en cantar el santo nombre del Señor. Ése es el fin último de todo el misticismo védico.

Bhagavad-gita tal como es

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