Aquel que es capaz
de apartar los sentidos de los objetos de los sentidos, tal como la tortuga
guarda las extremidades dentro del caparazón, tiene firmemente en su posesión
el conocimiento perfecto.
SIGNIFICADO
La prueba de que
alguien es un yogi, devoto o alma autorrealizada, es que puede controlar los
sentidos a voluntad. Sin embargo, la mayoría de las personas son sirvientas de
los sentidos, y, en consecuencia, las gobiernan los dictados de ellos. Ésa es
la respuesta a la pregunta de cuál es la posición del yogi. Se dice que los
sentidos se asemejan a serpientes venenosas. Ellos quieren actuar muy
libremente y sin ninguna restricción. El yogi, o el devoto, debe ser muy fuerte
para controlar a las serpientes, como si fuera un encantador. Él nunca les
permite actuar independientemente. En las Escrituras reveladas hay muchos
mandamientos: unos que indican lo que hay que hacer, y otros que indican lo que
no hay que hacer. A menos que uno sea capaz de seguirlos todos, apartándose del
disfrute de los sentidos, no es posible estar fijo firmemente en el estado de
conciencia de Krsna. El mejor ejemplo, el cual se da aquí, es el de la tortuga. La tortuga
puede recoger sus sentidos en cualquier momento, y mostrarlos de nuevo en
cualquier otro momento para algún propósito en particular. De la misma manera,
los sentidos de las personas conscientes de Krsna se usan sólo con algún
propósito en particular dentro del servicio del Señor, y si no se los retira. A
Arjuna se le está enseñando aquí a usar los sentidos en el servicio del Señor,
en vez de usarlos para su propia satisfacción. Mantener siempre los sentidos al
servicio del Señor es el ejemplo que se da con la analogía de la tortuga, la
cual mantiene los sentidos dentro del caparazón.
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