Refugiándose en una
lujuria insaciable y absortos en la vanidad del orgullo y el prestigio falso,
la gente demoníaca, engañada de ese modo, siempre está entregada a trabajos
sucios, atraída por lo temporal.
SIGNIFICADO
Aquí se describe la
mentalidad demoníaca. La lujuria de los demonios no se sacia. Ellos seguirán
aumentando cada vez más sus insaciables deseos de disfrute material. Aunque
ellos siempre están llenos de ansiedades por depender de cosas temporales, aun
así continúan dedicados a esas actividades debido a la ilusión. Ellos
carecen de conocimiento y no pueden darse cuenta de que siguen un camino
equivocado. Basándose en cosas temporales, esa gente demoníaca crea su propio
Dios, y crea sus propios himnos y los canta según le convenga. El resultado de
ello es que cada vez se ven más atraídos a dos cosas: al disfrute sexual y a la
acumulación de riqueza material. La palabra asuci-vratah, votos sucios, es muy
significativa en relación con esto. A esa gente demoníaca sólo la atraen el
vino, las mujeres, las apuestas y el comer carne; ésos son sus asuci, sus
hábitos sucios. Llevados por el orgullo y el prestigio falso, ellos crean
algunos principios religiosos que las disposiciones védicas no aprueban. Aunque
esa gente demoníaca es de lo más abominable que hay en el mundo, no obstante,
por medios artificiales, el mundo crea un falso honor para ellos. Aunque ellos
se están deslizando hacia el infierno, se creen muy adelantados.
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