Creídos de sí mismos
y siempre impudentes, engañados por la riqueza y el prestigio falso, a veces
ellos ejecutan sacrificios orgullosamente y sólo de nombre, sin seguir ninguna
regla ni regulación.
SIGNIFICADO
Creyéndose lo máximo
que existe, no importándoles ninguna autoridad ni Escritura, las personas
demoníacas celebran a veces supuestos sacrificios o ritos religiosos. Y como
ellos no creen en la autoridad, son muy impudentes. Esto se debe a la ilusión
provocada por la acumulación de un poco de riqueza y prestigio falso. En
ocasiones, esos demonios asumen el papel de predicadores, desencaminan a la
gente y llegan a ser conocidos como reformadores religiosos o encarnaciones de
Dios. Ellos hacen un espectáculo de ejecución de sacrificios, o adoran a los
semidioses, o crean su propio Dios. Los hombres comunes los anuncian como Dios
y los adoran, y los necios los consideran adelantados en los principios
religiosos, o en los principios del conocimiento espiritual. Ellos adoptan el
traje de la orden de vida de renuncia y se dedican a toda clase de tonterías
con esa ropa. En verdad, para alguien que ha renunciado a este mundo hay muchísimas
restricciones. A los demonios, sin embargo, no les importan esas restricciones.
Ellos piensan que cualquier senda que uno pueda crear es su propia senda; no
existe una senda oficial que haya que seguir, ni nada por el estilo. Aquí se
hace especial hincapié en la palabra avidhi-purvakam, que significa
"desdén por las reglas y regulaciones". Esas cosas siempre se deben a
la ignorancia y la ilusión.
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