¡Oh, hijo de Kunti!,
Yo soy el sabor del agua, la luz del Sol y de la Luna, la sílaba om de los
mantras védicos; Yo soy el sonido del éter y la habilidad del hombre.
Comentario de Srila Prabhupada:
Este verso explica
la manera en que el Señor es omnipresente mediante Sus diversas energías
materiales y espirituales. Al Señor Supremo se lo puede percibir inicialmente
por medio de Sus diferentes energías, y así se lo llega a conocer de un modo
impersonal. Así como el semidiós del Sol es una persona y a él se lo percibe
mediante su energía omnipresente, la luz del Sol, así mismo, aunque el Señor se
halla en Su morada eterna, a Él se lo percibe mediante Sus energías difundidas
y omnipresentes. El sabor del agua es el principio activo del agua. A nadie le
gusta beber el agua de mar, porque el sabor puro del agua está mezclado con el
de la sal. El
atractivo que tiene el agua depende de la pureza de su sabor, y ese sabor puro
es una de las energías del Señor. El impersonalista percibe la presencia del
Señor en el agua por medio del sabor de ésta, y el personalista también
glorifica al Señor, por haber tenido la bondad de proveer de la sabrosa agua
para calmar la sed del hombre. Ésa es la manera de percibir al Supremo. A decir
verdad, entre el personalismo y el impersonalismo prácticamente no hay ningún
conflicto. Aquel que conoce a Dios sabe que la concepción impersonal y la
concepción personal se hallan presentes en todo simultáneamente, y que en ello
no hay ninguna contradicción. Por lo tanto, el Señor Caitanya estableció Su
sublime doctrina de acintya-bheda y abheda-tattva, de identidad y diferencia
simultáneas.
La luz del Sol y la
Luna también emana originalmente del brahmajyoti, que es la refulgencia
impersonal del Señor. Y pranava, o el trascendental sonido omkara que se
encuentra al comienzo de cada himno védico, se refiere al Señor Supremo. Como
los impersonalistas tienen mucho miedo de dirigirse al Supremo Señor Krsna por
medio de Sus innumerables nombres, prefieren proferir el trascendental sonido
omkara. Pero ellos no se dan cuenta de que omkara es la representación sonora
de Krsna. La jurisdicción del proceso de conciencia de Krsna se extiende por
todas partes, y aquel que conoce dicho proceso está bendecido. Aquellos que no
conocen a Krsna están sumidos en la ilusión, y, así pues, el conocimiento
acerca de Krsna es la liberación, y la ignorancia en relación con Él es el
cautiverio.
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