sábado, 25 de marzo de 2017

Capítulo 5 - Verso 7

Aquel que trabaja con devoción, que es un alma pura y que controla la mente y los sentidos, es querido por todos, y todos son queridos por él. Aunque esa persona siempre trabaja, jamás se enreda.

Comentario de Srila Prabhupada:


Aquel que se halla en la senda de la liberación mediante el proceso de conciencia de Krsna, le es muy querido a todo ser viviente, y todo ser viviente le es querido a él. Eso se debe a su conciencia de Krsna. Una persona de esa categoría no puede pensar en ningún ser viviente como algo separado de Krsna, del mismo modo en que las hojas y las ramas de un árbol no están separadas del árbol. Ella sabe muy bien que, al verter agua en la raíz del árbol, el agua se distribuye por todas las hojas y ramas, o que, al suministrarle comida al estómago, la energía se distribuye automáticamente por todo el cuerpo. Puesto que aquel que trabaja con conciencia de Krsna es sirviente de todos, les es muy querido a todos. Y como todo el mundo está satisfecho con su trabajo, él tiene la conciencia pura. Como él tiene la conciencia pura, tiene la mente totalmente controlada. Y como tiene la mente controlada, también tiene los sentidos controlados. Como él siempre tiene la mente fija en Krsna, no hay ninguna posibilidad de que se aparte de Krsna. Ni tampoco hay la posibilidad de que él ocupe los sentidos en cosas distintas del servicio del Señor. A él no le gusta oír nada que no trate de Krsna, no le gusta comer nada que no se le haya ofrecido a Krsna, y no desea ir a ninguna parte si ello no tiene que ver con Krsna. De modo que, él tiene los sentidos controlados. El hombre que tiene los sentidos controlados no puede ser ofensivo con nadie. Uno pudiera preguntar "¿por qué, entonces, fue Arjuna ofensivo (en la batalla) con otras personas? ¿No tenía él conciencia de Krsna?". Arjuna sólo fue ofensivo externamente, porque (tal como ya se explicó en el Segundo Capítulo) todas las personas que estaban reunidas en el campo de batalla seguirían viviendo individualmente, pues el alma no puede ser matada. Así que, en términos espirituales, nadie fue matado en el campo de batalla de Kuruksetra. Sólo se cambiaron sus trajes por orden de Krsna, que estaba presente personalmente. Por lo tanto, mientras Arjuna peleaba en el campo de batalla de Kuruksetra, no estaba de hecho peleando en absoluto; tan sólo estaba cumpliendo las órdenes de Krsna con plena conciencia de Krsna. Una persona como él nunca se enreda en las reacciones del trabajo.

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