En función de los
cálculos humanos, el conjunto de mil eras constituye la duración de un día de
Brahma. Y ésa es también la duración de su noche.
Comentario de Srila Prabhupada:
La duración del universo
material es limitada. Esa duración se manifiesta en ciclos de kalpas. Un kalpa
es un día de Brahma, y un día de Brahma consta de mil ciclos de cuatro yugas, o
eras: Satya, Treta, Dvapara y Kali. El ciclo de Satya se caracteriza por la
virtud, la sabiduría y la religión, sin que en él prácticamente exista la
ignorancia y el vicio, y el yuga dura 1.728.000 años. En el Treta-yuga se
introduce el vicio, y este yuga dura 1.296.000 años. En el Dvapara-yuga hay una
declinación aún mayor de la virtud y la religión, con el vicio en aumento, y
este yuga dura 864.000 años. Y, finalmente, en el Kali-yuga (el yuga en el que
hemos estado viviendo durante los últimos 5.000 años), hay una abundancia de
contienda, ignorancia, irreligión y vicio, con la virtud verdadera
prácticamente inexistente, y este yuga dura 432.000 años. En el Kali-yuga el
vicio aumenta hasta tal punto, que al terminar el yuga el propio Señor Supremo
aparece como el avatara Kalki, destruye a los demonios, salva a Sus devotos y
comienza otro Satya-yuga. Luego, el proceso se pone en marcha de nuevo. Estos
cuatro yugas, al transcurrir mil veces, constituyen un día de Brahma, y el
mismo número constituye una noche. Brahma vive cien de esos "años", y
luego muere. Según los cálculos terrenales, esos "cien años"
ascienden a un total de 311.040.000.000.000 de años terrestres. De acuerdo con
esos cálculos, la vida de Brahma parece fantástica e interminable, pero desde
el punto de vista de la eternidad es tan fugaz como la luz del relámpago. En el
océano Causal hay infinidad de Brahmas que surgen y desaparecen como las
burbujas en el Atlántico. Brahma y su creación son todos parte del universo
material y, por consiguiente, están en flujo constante.
En el universo
material, ni siquiera Brahma está libre del proceso del nacimiento, la vejez,
las enfermedades y la
muerte. Sin embargo, Brahma está dedicado directamente al
servicio del Señor Supremo en la administración de este universo, y, en
consecuencia, logra de inmediato la liberación. A los sannyasis elevados se los
promueve al planeta específico de Brahma, Brahmaloka, que es el planeta más
elevado del universo material y el cual sobrevive a todos los planetas
celestiales de los estratos superiores del sistema planetario; pero a su debido
tiempo, Brahma y todos los habitantes de Brahmaloka tienen que someterse a la
muerte, conforme a la ley de la naturaleza material.
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