En la medida en que
todos ellos se entregan a Mí, Yo los recompenso. Todo el mundo sigue Mi sendero
en todos los aspectos, ¡oh, hijo de Prtha!
Comentario de Srila Prabhupada:
Todo el mundo está
buscando a Krsna en los diferentes aspectos de Sus manifestaciones. A Krsna, la Suprema Personalidad
de Dios, se lo llega a conocer parcialmente en Su refulgencia brahmajyoti
impersonal y como la Superalma omnipresente que mora dentro de todo, incluso
dentro de las partículas atómicas. Pero a Krsna sólo lo llegan a comprender
plenamente Sus devotos puros. En consecuencia, Krsna es el objeto de la
comprensión de todos, y, por eso, absolutamente todo el mundo es satisfecho de
un modo acorde con sus deseos de tenerlo. En el mundo trascendental, Krsna
también corresponde con Sus devotos puros en la actitud trascendental, tal como
el devoto quiere que Él sea. Un devoto puede que quiera a Krsna como su amo
Supremo; otro, como su amigo personal; otro, como su hijo; y aun otro más, como
su amante. Krsna recompensa a todos los devotos por igual, conforme a sus
diferentes intensidades de amor por Él. En el mundo material se encuentran las
mismas correspondencias de sentimientos, y el Señor los intercambia igualmente
con los diferentes tipos de adoradores. Tanto aquí como en la morada trascendental,
los devotos puros se asocian con el Señor en persona, y tienen la oportunidad
de prestarle un servicio personal y, de ese modo, obtener una dicha
trascendental con Su amoroso servicio. En lo que respecta a los que son
impersonalistas y que quieren suicidarse espiritualmente aniquilando la
existencia individual de la entidad viviente, Krsna también los ayuda,
absorbiéndolos en Su refulgencia. Esos impersonalistas no acceden a aceptar a
la eterna y bienaventurada Personalidad de Dios; en consecuencia, no pueden
saborear la bienaventuranza del trascendental servicio personal del Señor,
habiéndose extinguido su individualidad. Algunos de ellos, que ni siquiera
están situados firmemente en la existencia impersonal, regresan a este campo
material a exhibir sus deseos latentes de realizar actividades. A ellos no se
los admite en los planetas espirituales, sino que se les da de nuevo una
oportunidad de actuar en los planetas materiales. A aquellos que son
trabajadores fruitivos, el Señor, en Su carácter de yajñesvara, les otorga los
resultados que anhelan de sus deberes prescritos; y a aquellos que son yogis en
busca de poderes místicos, se les otorgan dichos poderes. En otras palabras,
todo el mundo depende únicamente de Su misericordia para lograr el éxito, y
todas las clases de procesos espirituales no son más que diferentes grados de
éxito en el mismo sendero. Por lo tanto, a menos que uno llegue a la máxima
perfección del estado de conciencia de Krsna, todos los intentos permanecen
imperfectos, tal como se afirma en El Srimad-Bhagavatam (2.3.10):
"Ya sea que uno
no tenga deseos [la condición de los devotos], o que desee toda clase de
resultados fruitivos, o que se halle tras la liberación, uno debe tratar con
todos sus esfuerzos de adorar a la Suprema Personalidad
de Dios, para lograr la perfección completa, que culmina en el estado de
conciencia de Krsna".
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