No hay ningún
trabajo que Me afecte, ni ambiciono los frutos de la acción. Aquel que
entiende esta verdad acerca de Mí, tampoco se enreda en las reacciones
fruitivas del trabajo.
Comentario de Srila Prabhupada:
Así como en el mundo
material hay leyes constitucionales que estipulan que el rey nunca hace nada
malo, o que el rey no está sujeto a las leyes del Estado, de modo similar, el
Señor, aunque es el creador de este mundo material, no es afectado por las
actividades del mismo. Él crea y permanece apartado de la creación, mientras
que las entidades vivientes se enredan en los resultados fruitivos de las
actividades materiales, debido a su propensión a enseñorearse de los recursos
materiales. El propietario de un establecimiento no es responsable de las
actividades buenas y malas de los trabajadores, sino que los mismos
trabajadores son responsables de ellas. Las entidades vivientes están dedicadas
a sus respectivas actividades de complacencia de los sentidos, y esas
actividades no las ordena el Señor. Para progresar en la complacencia de los
sentidos, las entidades vivientes se dedican al trabajo de este mundo, y aspiran
a una felicidad celestial después de la muerte. El Señor ,
siendo completo en Sí Mismo, no siente atracción por la supuesta felicidad
celestial. Los semidioses del cielo sólo son Sus dedicados sirvientes. El
propietario nunca desea la felicidad de grado inferior que los trabajadores
desean. Él está apartado de las acciones y reacciones materiales. Por ejemplo,
las lluvias no son responsables de los diferentes tipos de vegetación que
aparecen en la tierra, aunque sin esas lluvias no hay posibilidad de que crezca
la vegetación. El
smrti védico confirma este hecho de la siguiente manera:
"En las
creaciones materiales, el Señor es únicamente la causa suprema. La causa
inmediata es la naturaleza material, mediante la cual la manifestación cósmica
se hace visible". Los seres creados son de muchas variedades —tales como
los semidioses, los seres humanos y los animales inferiores—, y todos ellos
están sujetos a las reacciones de sus pasadas actividades, buenas o malas. El
Señor sólo les da las facilidades adecuadas para esas actividades, y las
regulaciones de las modalidades de la naturaleza. Pero
Él nunca es responsable de sus actividades pasadas y presentes. En El Vedanta-sutra
(2.1.34) se confirma que el Señor nunca se vuelve parcial por ninguna entidad
viviente: vaisamya-nairgrnye na sapeksatvat. La entidad viviente es responsable
de sus propios actos. El Señor únicamente le brinda facilidades por medio de la
naturaleza material, la energía externa. Todo aquel que esté plenamente versado
en todas las complejidades de esta ley de karma, o de las actividades
fruitivas, no queda afectado por los resultados de sus actividades. En otras
palabras, la persona que entiende esta naturaleza trascendental del Señor es
una persona experimentada en lo referente al proceso de conciencia de Krsna, y,
en consecuencia, nunca está supeditada a las leyes del karma. Aquel que no
conoce la naturaleza trascendental del Señor y que cree que las actividades del
Señor apuntan a los resultados fruitivos, como en el caso de las actividades de
las entidades vivientes ordinarias, se enreda indudablemente en las reacciones
fruitivas. Pero aquel que conoce a la Verdad Suprema es un alma liberada y que está
fija en el estado de conciencia de Krsna.
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