Cuando quiera y
dondequiera que haya una declinación en la práctica religiosa, ¡oh,
descendiente de Bharata!, y un aumento predominante de la irreligión, en ese
entonces Yo mismo desciendo.
Comentario de Srila Prabhupada:
La palabra srjami es
significativa aquí. Srjami no se puede emplear en el sentido de creación,
porque, de acuerdo con el verso anterior, no existe creación de la forma o
cuerpo del Señor, ya que todas las formas existen eternamente. Por lo tanto,
srjami significa que el Señor se manifiesta tal como Él es. Aunque el Señor
aparece en un momento programado, es decir, al final de la Dvapara-yuga del
vigésimoctavo milenio del séptimo Manu de un día de Brahma, aun así Él no está
obligado a someterse a esas reglas y regulaciones, porque está en completa
libertad de actuar a voluntad de muchas maneras. En consecuencia, Él aparece
por Su propia voluntad cuando quiera que haya un predominio de la
irreligiosidad y una desaparición de la verdadera religión. Los principios de
la religión se presentan en los Vedas, y cualquier discrepancia en lo referente
a la ejecución debida de las reglas de los Vedas, lo vuelve a uno irreligioso.
En el Bhagavatam se declara que esos principios constituyen las leyes del
Señor. Únicamente el Señor puede manufacturar un sistema de religión. Los Vedas
también se aceptan como palabras que en un principio el propio Señor le
comunicó a Brahma desde dentro del corazón. De modo que, los principios de
dharma, o de la religión, son las órdenes directas de la Suprema Personalidad
de Dios (dharmam tu saksad-bhagavat- pranitam). Estos principios se indican
claramente a todo lo largo de El Bhagavad-gita. El propósito de los Vedas es el
de establecer dichos principios bajo la orden del Señor Supremo, y al final del
Gita el Señor ordena directamente que el principio más elevado de la religión
es el de entregarse sólo a Él, y nada más. Los principios védicos lo incitan a
uno a entregarse a Él por completo; y cuando quiera que las personas demoníacas
perturban esos principios, el Señor aparece. Por el Bhagavatam sabemos que el
Señor Buda es la encarnación de Krsna que apareció cuando el materialismo se
hallaba extendido y los materialistas estaban usando como pretexto la autoridad
de los Vedas. Aunque en los Vedas hay ciertas reglas y regulaciones
restrictivas en cuanto al sacrificio de animales con ciertos propósitos
específicos, la gente de tendencias demoníacas, no obstante, se dio al
sacrificio de animales sin hacer referencia a los principios védicos. El Señor
Buda apareció para detener esa necedad y establecer los principios védicos de
la no violencia. Así pues, todos y cada uno de los avataras, o encarnaciones
del Señor, tiene una misión específica, y a todos ellos se los describe en las
Escrituras reveladas. A nadie se lo debe aceptar como avatara, a menos que se
lo mencione en las Escrituras. No es cierto que el Señor aparece únicamente en
la tierra hindú. Él puede manifestarse dondequiera y cuando quiera que desee
aparecer. En todas y cada una de las encarnaciones, Él habla tanto de religión
como pueda entender la gente en particular que se encuentre bajo esas
circunstancias específicas. Pero la misión es la misma: llevar a la gente hacia
el estado de conciencia de Dios y de obediencia a los principios de la religión. Algunas
veces, Él desciende personalmente, y a veces envía a Su representante
fidedigno, en la forma de Su hijo o sirviente, o Él Mismo desciende en alguna
forma disfrazada.
Los principios de El
Bhagavad-gita se le hablaron a Arjuna, y, además, a otras personas muy
elevadas, porque él estaba muy adelantado en comparación con las personas
ordinarias de otras partes del mundo. "Dos más dos son cuatro"
constituye un principio matemático verdadero, tanto en la clase de aritmética
para principiantes, como también en el curso adelantado. Aun así, hay
matemáticas superiores y matemáticas elementales. Por lo tanto, en todas las
encarnaciones del Señor se enseñan los mismos principios, pero éstos parecen
ser superiores o inferiores en diferentes circunstancias. Los principios
superiores de la religión comienzan con la aceptación de las cuatro órdenes y
los cuatro estados de vida social, tal y como se explicará más adelante. Todo
el propósito de la misión de las encarnaciones es el de despertar en todas
partes el estado de conciencia de Krsna. Esa conciencia es manifiesta y no
manifiesta, sólo bajo diferentes circunstancias.
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