¡Oh, Arjuna!, aquel
que conoce la naturaleza trascendental de Mi aparición y actividades, al
abandonar este cuerpo no vuelve a nacer de nuevo en este mundo material, sino
que alcanza Mi morada eterna.
Comentario de Srila Prabhupada:
El descenso del
Señor desde su morada trascendental ya se explicó en el verso seis. Aquel que
puede entender la verdad de la aparición de la Personalidad de Dios ya está
liberado del cautiverio material, y, por ende, regresa al Reino de Dios
inmediatamente después de dejar el presente cuerpo material. Que la entidad
viviente se libere del cautiverio material no es fácil en absoluto. Los
impersonalistas y los yogis logran la liberación, únicamente después de muchas
dificultades y muchísimos nacimientos. Incluso entonces, la liberación que
logran —el fundirse en el brahmajyoti impersonal del Señor— es únicamente
parcial, y existe el riesgo de regresar a este mundo material. Pero el devoto,
por el simple hecho de entender la naturaleza trascendental del cuerpo y las
actividades del Señor, alcanza la morada del Señor después de terminar con este
cuerpo, y no corre el riesgo de regresar a este mundo material. En El
Brahma-samhita (5.33) se afirma que el Señor tiene muchísimas formas y
encarnaciones: advaitam acyutam anadim ananta-rupam. Aunque existen muchas
formas trascendentales del Señor, aun así son la misma y única Suprema
Personalidad de Dios. Uno tiene que entender este hecho con convicción, aunque
a los eruditos mundanos y filósofos empíricos les resulte incomprensible. Como
se dice en los Vedas (El Purusa-bodhini Upanisad):
"Con muchísimas
formas trascendentales, la única Suprema
Personalidad de Dios está eternamente activa, en relaciones
con Sus devotos puros". Esta declaración védica la confirma el Señor
personalmente en este verso del Gita. Todo aquel que acepte esta verdad —al
amparo de la autoridad de los Vedas y de la Suprema Personalidad
de Dios— y que no pierda el tiempo en especulaciones filosóficas, alcanza la
etapa más elevada y perfecta de la liberación. Por el simple hecho de aceptar esta
verdad en base a la fe, uno puede lograr la liberación sin ninguna duda. La
versión védica tat tvam asi se aplica de hecho en este caso. Cualquiera que
entienda que el Señor Krsna es el Supremo, o que le dice al Señor: "Tú
eres el Brahman Supremo, la Personalidad de Dios", es seguro que se libera
instantáneamente y, en consecuencia, su participación de la asociación
trascendental del Señor queda garantizada. En otras palabras, un devoto del
Señor que sea así de fiel logra la perfección, y eso lo confirma la siguiente
aseveración védica:
"Uno puede
lograr la etapa perfecta de liberarse del nacimiento y la muerte, por el simple
hecho de conocer al Señor, la Suprema Personalidad de Dios, y no hay otra
manera de lograr esa perfección" (El Svetasvatara Upanisad 3.8). Que no
haya ningún otro recurso significa que cualquiera que no entienda que el Señor
Krsna es la
Suprema Personalidad de Dios, es seguro que se halla sumido
en la modalidad de la ignorancia y, por ende, no logrará la salvación por el
simple hecho de —digámoslo así— lamer la botella de miel por fuera, o
interpretar El Bhagavad- gita según la erudición mundana. Esos filósofos
empíricos puede que asuman papeles muy importantes en el mundo material, pero
no se vuelven necesariamente merecedores de la liberación. Semejantes
eruditos engreídos tienen que esperar que les llegue la misericordia sin causa
del devoto del Señor. Por consiguiente, uno debe cultivar conciencia de Krsna
con fe y conocimiento, y, de esa manera, lograr la perfección.
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