sábado, 2 de junio de 2018

Capítulo 12 - Versos 6 y 7


Pero para aquellos que Me adoran a Mí entregándome todas sus actividades y consagrándose a Mí sin desviarse, dedicados al servicio devocional y meditando siempre en Mí, habiendo fijado la mente en Mí, ¡oh, hijo de Prtha!, para ellos, Yo soy el que los salva prontamente del océano del nacimiento y la muerte.

Comentario de Srila Prabhupada:

Aquí se afirma de un modo explícito que los devotos tienen la gran fortuna de que el Señor los liberará muy pronto de la existencia material. En el servicio devocional puro, uno llega a comprender que Dios es grande y que el alma individual está subordinada a Él. El deber del alma es el de prestarle servicio al Señor; si no lo hace, se pondrá entonces a servir a maya.
Como se dijo antes, al Señor Supremo sólo se lo puede apreciar por medio del servicio devocional. Así pues, se debe estar plenamente consagrado. Uno debe fijar la mente en Krsna por completo con el fin de conseguirlo a Él. Uno debe trabajar únicamente para Krsna. No importa a qué clase de trabajo uno se dedique, pero el mismo se debe hacer únicamente para Krsna. Ésa es la pauta del servicio devocional. El devoto no desea ningún otro logro más que el de complacer a la Suprema Personalidad de Dios. La misión de su vida es la de complacer a Krsna, y él puede sacrificar todo para la satisfacción de Krsna, tal como lo hizo Arjuna en la Batalla de Kuruksetra. El proceso es muy sencillo: uno puede dedicarse a su ocupación y al mismo tiempo cantar Hare Krsna, Hare Krsna, Krsna Krsna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. Ese canto trascendental atrae al devoto hacia la Personalidad de Dios.
El Señor Supremo promete aquí que liberará sin demora del océano de la existencia material al devoto puro que esté dedicado de esa manera. Aquellos que están adelantados en la práctica del yoga pueden trasladar el alma a voluntad a cualquier planeta que quieran, por medio del proceso del yoga, y otros aprovechan la oportunidad de diversas otras maneras; pero en lo que concierne al devoto, aquí se dice claramente que el propio Señor lo lleva. El devoto no necesita esperar hasta volverse muy experimentado para trasladarse al cielo espiritual.
En El Varaha Purana aparece este verso:

nayami paramam sthanam
arcir-adi-gatim vina
garuda-skandham aropya
yatheccham anivaritah

El significado de este verso es que un devoto no necesita practicar astanga-yoga para trasladar su alma a los planetas espirituales. La responsabilidad la asume el propio Señor Supremo. Aquí, Él afirma de un modo claro que Él mismo se vuelve el salvador. El niño es cuidado enteramente por sus padres, y con ello su posición es segura. De igual manera, un devoto no necesita esforzarse para trasladarse a otros planetas mediante la práctica del yoga. Más bien, el Señor Supremo, por Su gran misericordia, viene de inmediato, montado en Garuda, Su ave transportadora, y en un instante libera al devoto de la existencia material. Aunque un hombre que ha caído en el océano luche muy afanosamente y sea muy experto en nadar, no puede salvarse a sí mismo. Pero si alguien aparece y lo saca del agua, entonces es fácilmente rescatado. Así mismo, el Señor recoge al devoto de esta existencia material. Uno tan sólo tiene que practicar el sencillo proceso de conciencia de Krsna y dedicarse por entero al servicio devocional. Cualquier hombre inteligente debe preferir siempre el proceso del servicio devocional a todos los demás senderos. En El Narayaniya se confirma eso de la siguiente manera:

ya vai sadhana-sampattih
purusartha-catustaye
taya vina tad apnoti
naro narayanasrayah

El significado de este verso es que uno no debe dedicarse a los diferentes procesos de la actividad fruitiva, ni cultivar conocimiento por medio del proceso de la especulación mental. Aquel que está consagrado a la Personalidad Suprema puede conseguir todos los beneficios que se obtienen de otros procesos yóguicos, de la especulación, de los rituales, de los sacrificios, de las caridades, etc. Ésa es la bendición específica del servicio devocional.
Mediante el simple canto del santo nombre de Krsna —Hare Krsna, Hare Krsna, Krsna Krsna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare—, el devoto del Señor puede dirigirse al destino supremo de una manera fácil y feliz, pero a ese destino no se puede llegar por ningún otro proceso religioso.
La conclusión de El Bhagavad-gita se expresa en el Capítulo Dieciocho:

sarva-dharman parityajya@m
mam ekam saranam vraja
aham tvam sarva-papebhyo
moksayisyami ma sucah
Hay que abandonar todos los demás procesos de autorrealización y ejecutar simplemente el servicio devocional con conciencia de Krsna. Eso le permitirá a uno lograr la máxima perfección de la vida. No es necesario que uno considere las acciones pecaminosas de su vida pasada, porque el Señor Supremo se encarga de uno por completo. De modo que, uno no debe tratar vanamente de salvarse a sí mismo en el campo de la iluminación espiritual. Que todo el mundo se refugie en la Divinidad omnipotente y suprema: Krsna. Ésa es la máxima perfección de la vida.

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