Ahora te he de
explicar lo conocible, con lo cual probarás lo eterno. El Brahman, el espíritu,
el cual no tiene principio y está subordinado a Mí, yace más allá de la causa y
el efecto de este mundo material.
Comentario de Srila Prabhupada:
El Señor ha
explicado el campo de las actividades y al conocedor del campo. Él ha explicado
también el proceso para conocer al conocedor del campo de las actividades.
Ahora, Él comienza a explicar lo conocible: primero el alma y luego la Superalma. Por
medio del conocimiento acerca del conocedor —tanto el alma como la Superalma—,
uno puede saborear el néctar de la vida. Como se explica en el Segundo Capítulo, la
entidad viviente es eterna. Eso también se confirma aquí. No existe una fecha
específica en que la jiva haya nacido. Ni tampoco puede nadie averiguar la
historia de la manifestación de la jivatma como producto del Señor Supremo. Por
lo tanto, no tiene principio. La literatura védica confirma eso: na jayate
mriyate va vipascit (El Katha Upanisad 1.2.18). El conocedor del cuerpo nunca
nace ni nunca muere, y está colmado de conocimiento.
En la literatura
védica (El Svetasvatara Upanisad 6.16) también se declara que, en forma de la
Superalma, el Señor Supremo es pradhana-ksetrajña-patir gunesah, el principal
conocedor del cuerpo, y el amo de las tres modalidades de la naturaleza
material. En el smrti se dice: dasa-bhuto harer eva nanyasyaiva kadacana. Las
entidades vivientes están eternamente al servicio del Señor Supremo. Esto
también lo confirma el Señor Caitanya en Sus enseñanzas. De manera que, la
descripción de Brahman que se menciona en este verso se refiere al alma
individual, y cuando la
palabra Brahman se le aplica a la entidad viviente, se
sobrentiende que ésta es vijñana-brahma, en contraposición al ananda-brahma. El
ananda-brahma es el Brahman Supremo, la Personalidad de Dios.
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